En verdad, Dios cuida a los buenos, pero los malvados se encaminan al fracaso.
Proverbios 2:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Dios cuida y protege a quienes siempre lo obedecen y se preocupan por el débil. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos. Biblia Nueva Traducción Viviente Él cuida las sendas de los justos y protege a los que le son fieles. Biblia Católica (Latinoamericana) Está alerta a lo largo del buen camino para proteger el caminar de sus fieles. La Biblia Textual 3a Edicion Es el que guarda las sendas de la justicia, Y preserva el camino de sus santos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 protege los senderos de la justicia y custodia el camino de sus fieles. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él guarda las sendas del juicio, y preserva el camino de sus santos. |
En verdad, Dios cuida a los buenos, pero los malvados se encaminan al fracaso.
Siempre estás pendiente de todos los que te aman, pero destruyes a los malvados.
Me das nuevas fuerzas y me guías por el mejor camino, porque así eres tú.
Dios ama la justicia y jamás abandonará a su pueblo. ¡Siempre lo protegerá! Los suyos vivirán para siempre en la tierra prometida, pero los malvados y sus hijos serán destruidos por completo.
Siempre tienen presentes las enseñanzas de su Dios; por eso jamás tienen tropiezos.
Dios nos ha protegido, nos ha conservado la vida; ¡no nos ha dejado morir!
Tú amas y proteges a quienes odian el mal y te obedecen; tú los libras de los malvados;
no se acercarán a él ni los leones ni otras fieras. Ese camino es para los israelitas, que han estado prisioneros,
»Dios ama a su pueblo; Dios protege a los suyos porque ellos siempre lo obedecen y cumplen sus órdenes con gusto.
Ustedes confían en Dios, y por eso él los protege con su poder, para que puedan ser salvados tal y como está planeado para los últimos tiempos.
Dios puede cuidarlos para que no hagan el mal, y también tiene poder para que ustedes puedan presentarse ante él sin pecado. Se presentarán ante él llenos de alegría, y limpios y sin mancha, como un vestido nuevo.
Dios protege a quienes lo obedecen, pero los rebeldes mueren angustiados; ¡de nada les sirve su fuerza!