»Recuerden: No desprecien a ninguno de estos pequeños, porque a ellos los cuidan los ángeles del cielo.
Lucas 9:56 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Después, se fueron a otro pueblo. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que siguieron de largo hacia otro pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) Y continuaron el camino hacia otra aldea. La Biblia Textual 3a Edicion Y se fueron a otra aldea.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y se fueron a otra aldea. Biblia Reina Valera Gómez (2023) porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. |
»Recuerden: No desprecien a ninguno de estos pequeños, porque a ellos los cuidan los ángeles del cielo.
Yo, el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos.»
Pero ahora yo les digo: “No traten de vengarse de quien les hace daño. Si alguien les da una bofetada en la mejilla derecha, pídanle que les pegue también en la izquierda.
Yo, el Hijo del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados de Dios.
Pero Jesús dijo: —¡Alto! ¡No peleen! Luego, tocó la oreja del sirviente y lo sanó.
Poco después, Jesús dijo: «¡Padre, perdona a toda esta gente! ¡Ellos no saben lo que hacen!» Mientras los soldados hacían un sorteo para ver quién de ellos se quedaría con la ropa de Jesús,
Cuando iban por el camino, alguien le dijo a Jesús: —Te seguiré a cualquier sitio que vayas.
»Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente.
»Yo no vine para juzgar a los que oyen mis enseñanzas y no las obedecen. No vine para condenar a la gente de este mundo, sino para salvarla.
Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla.
No se dejen vencer por el mal. Al contrario, triunfen sobre el mal haciendo el bien.
Esto es verdad, y todos deben creerlo: Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores del castigo que merecen, ¡y yo soy el peor pecador de todos! Pero Dios fue bueno y me salvó. Así demostró la gran paciencia que Jesucristo tuvo conmigo. Lo hizo para que otros sigan mi ejemplo, y confíen en Cristo para tener vida eterna.