Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Lucas 9:25 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

De nada sirve que una persona sea dueña de todo el mundo, si al final se destruye a sí misma y se pierde para siempre.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero, pero te pierdes o destruyes a ti mismo?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde o se disminuye a sí mismo?

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Porque, ¿qué aprovecha al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se destruye a sí mismo?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque, ¿qué provecho saca un hombre ganando el mundo entero, si se echa a perder o se malogra a sí mismo?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y se pierde a sí mismo, o se destruye?

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Lucas 9:25
15 Σταυροειδείς Αναφορές  

Cuando la red ya está llena, la sacan a la orilla y se sientan a separar el pescado bueno del malo. Guardan el pescado bueno en una canasta, y tiran el pescado malo.


A las malas las echarán en el infierno, y allí tendrán tanto horror que llorarán y les rechinarán los dientes.»


De nada sirve que una persona gane en este mundo todo lo que quiera, si al fin de cuentas pierde su vida. Y nadie puede dar nada para salvarla.


De nada sirve que una persona gane todo lo que quiera en el mundo, si al fin de cuentas pierde su vida.


Cuando traicionó a Jesús, con el dinero que le dieron fue y compró un terreno. Pero luego se cayó de cabeza y se estrelló contra el suelo.


debe hacer el trabajo que a Judas le correspondía.»


Al contrario, vivo con mucha disciplina y trato de dominarme a mí mismo. Pues si anuncio a otros la buena noticia, no quiero que al final Dios me descalifique a mí.


También tuvieron ustedes compasión de los que estaban en la cárcel, y con alegría dejaron que las autoridades les quitaran sus pertenencias, porque sabían que en el cielo tienen algo mucho mejor y más duradero.