Yo, el Hijo del hombre, soy quien decide lo que puede hacerse, y lo que no puede hacerse, en el día de descanso.
Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
Entonces Jesús agregó: —El Hijo del Hombre es Señor incluso del día de descanso.
Y Jesús añadió: 'El Hijo del Hombre es Señor y tiene autoridad sobre el sábado.
Y les dijo: El Hijo del Hombre es Señor° del sábado.
Y añadió: 'Señor del sábado es el Hijo del hombre'.
Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del sábado.
—El sábado se hizo para el bien de los seres humanos, y no los seres humanos para el bien del sábado.
De pronto bajó una nube y se detuvo sobre ellos. Desde la nube se oyó una voz que decía: «Este es mi Hijo, yo lo amo mucho. Ustedes deben obedecerlo.»
David entró en la casa de Dios, tomó el pan sagrado, que solo los sacerdotes tenían permiso de comer, y se lo comieron él y sus compañeros.
Otro sábado, Jesús fue a la sinagoga para enseñar. Allí estaba un hombre que tenía tullida la mano derecha.
Pero un domingo quedé bajo el poder del Espíritu Santo. Entonces escuché detrás de mí una voz muy fuerte, que sonaba como una trompeta.