Y eso es lo malo de todo lo que se hace en esta vida: que todos tengamos un mismo final. Además, siempre estamos pensando en la maldad; nos pasamos la vida pensando tonterías, ¡y al fin de cuentas todos paramos en el cementerio!
Lucas 6:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Pero aquellos hombres se enojaron muchísimo y comenzaron a hacer planes contra Jesús. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús. Biblia Nueva Traducción Viviente Al ver esto, los enemigos de Jesús se llenaron de rabia y comenzaron a discutir para decidir qué harían con él. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ellos se llenaron de rabia y comenzaron a discutir entre sí qué podrían hacer contra Jesús. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ellos se llenaron° de ira, y discutían unos con otros lo que pudieran hacer a Jesús. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ellos, llenos de rencor, discutían entre sí qué podrían hacer contra Jesús. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos se llenaron de ira; y hablaban entre sí de qué podrían hacer a Jesús. |
Y eso es lo malo de todo lo que se hace en esta vida: que todos tengamos un mismo final. Además, siempre estamos pensando en la maldad; nos pasamos la vida pensando tonterías, ¡y al fin de cuentas todos paramos en el cementerio!
Los discípulos comenzaron a hablar entre ellos, y decían: «Seguramente Jesús dijo eso porque no trajimos pan».
Cuando los sacerdotes principales y los fariseos escucharon estas comparaciones y ejemplos, se dieron cuenta de que Jesús hablaba de ellos.
Y después de mirar a todos, Jesús le dijo al hombre: «Extiende la mano». El hombre la extendió, y la mano le quedó sana.
En aquellos días, Jesús subió a una montaña para orar. Allí pasó toda la noche hablando con Dios.
Los sacerdotes principales y los fariseos reunieron a la Junta Suprema, y dijeron: —¿Qué vamos a hacer con este hombre que hace tantos milagros?
Tiempo después, Jesús recorrió la región de Galilea. No quería ir a Judea porque los jefes judíos lo buscaban para matarlo.
Muchas veces los castigué en las sinagogas, para que dejaran de creer en Jesús. Tanto los odiaba que hasta los perseguí en otras ciudades.
Los de la Junta ordenaron sacar de la sala a los acusados, y se pusieron a discutir entre ellos.
Pero Pedro y Juan les respondieron: —Dígannos, entonces: ¿debemos obedecerlos a ustedes antes que a Dios?
La Junta Suprema los escuchó, y sus miembros se enojaron tanto que querían matarlos.
Al escuchar esto, los de la Junta Suprema se enfurecieron mucho contra Esteban.