2 (3) El rey es el hombre más hermoso y sabe hablar con elegancia. Bien puede verse que Dios siempre lo bendice.
Lucas 4:22 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Todos hablaban bien de Jesús, pues se admiraban de lo agradables que eran sus enseñanzas. La gente preguntaba: —¿No es este el hijo de José? Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es este el hijo de José? Biblia Nueva Traducción Viviente Todos hablaban bien de él y estaban asombrados de la gracia con la que salían las palabras de su boca. «¿Cómo puede ser? —preguntaban—. ¿No es este el hijo de José?». Biblia Católica (Latinoamericana) Todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: '¡Pensar que es el hijo de José!' La Biblia Textual 3a Edicion Y todos daban° testimonio de Él, y se maravillaban de las palabras de gracia que salían de su boca, pero decían: ¿No es éste el hijo de José? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y todos se manifestaban en su favor y se maravillaban de las palabras llenas de gracia salidas de su boca; y decían: '¿Pero no es éste el hijo de José?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos daban testimonio de Él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es Éste el hijo de José? |
2 (3) El rey es el hombre más hermoso y sabe hablar con elegancia. Bien puede verse que Dios siempre lo bendice.
Los buenos saben decir cosas bonitas; los malvados solo dicen cosas feas.
Al que piensa bien las cosas se le llama inteligente; quien habla con dulzura convence mejor.
Las palabras dichas a tiempo son como manzanas de oro con adornos de plata.
Cuando el sabio habla, a todos les cae bien; cuando el tonto abre la boca, provoca su propia ruina.
Hay dulzura en sus labios; ¡es un hombre encantador! ¡Así es mi amado, mujeres de Jerusalén! ¡Así es mi amado!
El fiel servidor dijo: «Dios me enseñó a consolar a los que están afligidos y cansados. Me despierta todas las mañanas, para que reciba sus enseñanzas como todo buen discípulo.
Todos estaban admirados de su inteligencia y de las respuestas que daba a las preguntas que le hacían.
Sus padres se sorprendieron al verlo, y su madre le reclamó: —¡Hijo! ¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos buscado. Estábamos muy preocupados por ti.
Yo les ayudaré a contestar con inteligencia, y ninguno de sus enemigos podrá contradecirlos ni decir que están equivocados.
Entonces Jesús les dijo: «Hoy se ha cumplido ante ustedes esto que he leído.»
Luego Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo: —Hemos encontrado a aquel de quien Moisés escribió en la Biblia, y del que también hablan los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José.
Decían: «¿No es este Jesús, el hijo de José? ¡Nosotros conocemos a sus padres! ¿Cómo se atreve a decir que bajó del cielo?»
Los guardias contestaron: —¡Nunca ha hablado nadie como lo hace ese hombre!
pero ninguno de ellos pudo vencerlo, porque él hablaba con la sabiduría que le daba el Espíritu Santo.
Di siempre lo bueno, y así nadie podrá criticarte. Si haces lo que te digo, los que están en contra nuestra sentirán vergüenza y no podrán hablar mal de nosotros.