Cuando la gente vio esto, quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a los seres humanos.
Lucas 13:13 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Jesús puso sus manos sobre ella, y en ese momento la mujer se enderezó y comenzó a alabar a Dios. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego la tocó y, al instante, ella pudo enderezarse. ¡Cómo alabó ella a Dios! Biblia Católica (Latinoamericana) Y le impuso las manos. Al instante se enderezó y se puso a alabar a Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y le impuso las manos y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le impuso las manos y al punto se enderezó y daba gloria a Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y puso sus manos sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba a Dios. |
Cuando la gente vio esto, quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a los seres humanos.
podrán agarrar serpientes o beber algo venenoso, y nada les pasará. Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán.»
y le rogó: —Mi hijita está a punto de morir. ¡Por favor, venga usted a mi casa y ponga sus manos sobre ella, para que se sane y pueda vivir!
Y poniendo las manos sobre los enfermos, Jesús sanó a algunos de ellos; pero no pudo hacer ningún otro milagro,
Entonces Jesús volvió a ponerle las manos sobre los ojos. El hombre miró de nuevo con cuidado, y vio todo claramente, porque ya estaba sano.
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: «¡Mujer, quedas libre de tu enfermedad!»
En ese mismo instante, el ciego pudo ver, y siguió a Jesús, alabando a Dios. Toda la gente que vio esto, también alababa a Dios.
Al anochecer, la gente le llevó a Jesús muchas personas con diferentes enfermedades. Jesús puso sus manos sobre los enfermos, y los sanó.
Ananías fue y entró en la casa donde estaba Saulo. Al llegar, le puso las manos sobre la cabeza y le dijo: «Amigo Saulo, el Señor Jesús se te apareció cuando venías hacia Damasco. Él mismo me mandó que viniera aquí, para que puedas ver de nuevo y para que recibas el Espíritu Santo.»