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Jueces 10:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Los amonitas cruzaron el Jordán para atacar también a las tribus de Judá, Benjamín y Efraín, y los israelitas se vieron en graves problemas.

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Biblia Reina Valera 1960

Y los hijos de Amón pasaron el Jordán para hacer también guerra contra Judá y contra Benjamín y la casa de Efraín, y fue afligido Israel en gran manera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los amonitas también cruzaron al lado occidental del Jordán y atacaron a Judá, a Benjamín y a Efraín. Los israelitas estaban muy angustiados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los amonitas atravesaron incluso el Jordán para atacar a Judá, Benjamín y la casa de Efraín: Israel se hallaba en una situación muy grave.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Así pues, los hijos de Amón cruzaron el Jordán para combatir también contra Judá, contra Benjamín y contra la casa de Efraín; y esto angustió a Israel en gran manera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los amonitas atravesaron el Jordán para llevar también la guerra a Judá, a Benjamín y a la casa de Efraín, de modo que Israel se encontró en grande aprieto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y los hijos de Amón pasaron el Jordán para hacer también guerra contra Judá y contra Benjamín y la casa de Efraín; e Israel fue en gran manera afligido.

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Jueces 10:9
13 Σταυροειδείς Αναφορές  

»En esos países nunca tendrán paz ni seguridad. Tendrán solo tristeza, porque Dios hará que vivan asustados y sin ninguna esperanza. Noche y día vivirán llenos de miedo, y verán cosas tan terribles que al llegar la mañana desearán que ya fuera de noche, y al llegar la noche querrán que ya fuera de día.


Entonces los israelitas le pidieron ayuda a Dios, y le dijeron: —Hemos pecado contra ti al abandonarte para adorar a dioses falsos.


Durante dieciocho años los filisteos y los amonitas fueron crueles y maltrataron a todos los israelitas que vivían en Galaad, al este del río Jordán, en la región de los amorreos.


Después de algún tiempo los amonitas atacaron a los de Israel.


Cuando iban a pelear, Dios se ponía en contra de ellos, y todo les salía mal, tal como él lo había advertido. Los israelitas estaban en grandes aprietos,


Como los madianitas los maltrataban, los israelitas se escondían en los cerros, entre cuevas y escondites.


Muchos israelitas pensaron que no podrían vencer al ejército filisteo, así que fueron a esconderse en cuevas y agujeros, entre las piedras y dentro de pozos secos,


Samuel le preguntó: —Saúl, ¿por qué me llamaste? ¿Por qué no me dejas descansar? —Estoy desesperado —contestó Saúl—. Los filisteos me hacen la guerra, y Dios me ha abandonado. Ya no me responde, ni en sueños ni por medio de profetas. Por eso te he llamado, para que me digas qué debo hacer.