Nunca he sabido que alguien le haya dado la vista a uno que nació ciego.
Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego.
Desde el principio del mundo, nadie ha podido abrir los ojos de un ciego de nacimiento.
Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento.
Jamás° se oyó que alguien restaurara los ojos de un ciego de nacimiento.
Nunca jamás se oyó decir que nadie abriera los ojos a un ciego de nacimiento.
Desde el principio del mundo no fue oído que alguno abriese los ojos de uno que nació ciego.
»Desde que Dios creó al hombre y lo puso en este mundo, la alegría de los malvados no dura mucho tiempo. Eso lo sabes muy bien.
»Jamás se ha escuchado ni se ha visto que otro dios haya hecho grandes milagros a favor de los que en él confían.
»Esto lo había prometido hace mucho tiempo, por medio de sus santos profetas:
Pero otros decían: «Nadie que tenga un demonio puede hablar así. Además, ningún demonio puede darle la vista a un ciego.»
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí escucha a los que lo adoran y lo obedecen.
Si este hombre no fuera enviado por Dios, no podría hacer nada.
Y hubo relámpagos, voces, truenos y un gran terremoto, más terrible que todos los terremotos que han sacudido a la tierra desde que hay gente en ella.