»Escúchenme, ustedes que saben lo que es bueno y que conocen mi ley. No teman ni se desalienten por los insultos de la gente,
Juan 9:28 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Los jefes judíos lo insultaron y le dijeron: —Seguidor de ese hombre lo serás tú. Nosotros somos seguidores de Moisés. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces ellos lo insultaron y dijeron: —Tú eres su discípulo, ¡pero nosotros somos discípulos de Moisés! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces comenzaron a insultarlo. 'Tú serás discípulo suyo. Nosotros somos discípulos de Moisés. La Biblia Textual 3a Edicion Y lo insultaron y dijeron: ¡Tú eres discípulo suyo, pero nosotros somos discípulos de Moisés! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ellos lo llenaron de improperios y le dijeron: '¡Tú serás discípulo de ése, que nosotros somos discípulos de Moisés! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces le injuriaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros discípulos de Moisés somos. |
»Escúchenme, ustedes que saben lo que es bueno y que conocen mi ley. No teman ni se desalienten por los insultos de la gente,
La gente que pasaba por allí insultaba a Jesús y se burlaba de él, haciéndole muecas
»Dios los bendecirá a ustedes cuando, por causa mía, la gente los maltrate y diga mentiras contra ustedes. ¡Alégrense! ¡Pónganse contentos! Porque van a recibir un gran premio en el cielo. Así maltrataron también a los profetas que vivieron antes que ustedes.
Moisés les dio a ustedes la ley y, sin embargo, ninguno la obedece. ¿Por qué quieren matarme?
Entonces le contestaron: —Ahora resulta que tú, siendo pecador desde que naciste, nos vas a enseñar. ¡Ya no te queremos en nuestra sinagoga!
Algunos de ustedes dicen con orgullo que son judíos. Se sienten muy seguros porque tienen la ley de Moisés y están orgullosos de su Dios.
Nos cansamos trabajando con nuestras manos. Bendecimos a los que nos insultan. Cuando sufrimos, lo soportamos con paciencia.
Cuando lo insultaban, jamás contestaba con insultos, y jamás amenazó a quienes lo hicieron sufrir. Más bien, dejó que Dios lo cuidara y se encargara de todo, pues Dios juzga a todos con justicia.