Esdras también les dijo: «¡Hagan fiesta! Coman de lo mejor, beban vino dulce; inviten a los que no tengan nada preparado. Hoy es un día dedicado a nuestro Dios, así que no se pongan tristes. ¡Alégrense, que Dios les dará fuerzas!»
Juan 6:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Una vez que todos comieron y quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: «Recojan lo que sobró, para que no se desperdicie nada.» Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez que quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: «Ahora junten lo que sobró, para que no se desperdicie nada». Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: 'Recojan los pedazos que han sobrado para que no se pierda nada. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando se hubieron saciado, dice a sus discípulos: Recoged los trozos sobrantes para que no se pierda nada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una vez saciados, dice a sus discípulos: 'Recoged los pedazos que han sobrado, para que no se pierda nada'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. |
Esdras también les dijo: «¡Hagan fiesta! Coman de lo mejor, beban vino dulce; inviten a los que no tengan nada preparado. Hoy es un día dedicado a nuestro Dios, así que no se pongan tristes. ¡Alégrense, que Dios les dará fuerzas!»
Israel conquistó tierras fértiles y poderosas ciudades; tomó casas llenas de riqueza, pozos de agua y viñedos, olivares y árboles frutales. Nuestros antepasados comieron hasta hartarse, engordaron y disfrutaron de tu gran bondad.
»Da cosas buenas a los hambrientos, pero despide a los ricos con las manos vacías.
»A los pocos días, el hijo menor vendió lo que su padre le había dado y se fue lejos, a otro país. Allá se dedicó a darse gusto, haciendo lo malo y gastando todo el dinero.
Jesús también les dijo a sus discípulos: «Había una vez un hombre muy rico, que tenía un empleado encargado de cuidar todas sus riquezas; pero llegó a saber que ese empleado malgastaba su dinero.
Todos comieron y quedaron satisfechos. Y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas.