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Juan 4:19 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Al oír esto, la mujer le dijo: —Señor, me parece que usted es un profeta.

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Biblia Reina Valera 1960

Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—Señor —dijo la mujer—, seguro que usted es profeta.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

La mujer contestó: 'Señor, veo que eres profeta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Le dice la mujer: Señor, estoy viendo que tú eres profeta.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Respóndele la mujer: 'Señor, estoy viendo que tú eres profeta.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

La mujer le dijo: Señor, me parece que tú eres profeta.

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Άλλες μεταφράσεις



Juan 4:19
14 Σταυροειδείς Αναφορές  

Pero Eliseo le dijo: —Yo sé que Naamán se bajó de su carro para recibirte, pues yo estaba allí con mi pensamiento. Este no es el momento de aceptar dinero, ropa, viñedos o huertos de olivos, ovejas, toros ni esclavos.


Uno de sus oficiales contestó: —Ninguno, Majestad. ¡El profeta de Israel, Eliseo, le informa al rey aun lo que usted habla en lo más privado de su habitación!


Y los que venían con Jesús contestaban: —¡Es Jesús, el profeta! Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea.


Jesús preguntó: —¿Qué ha pasado? Ellos le respondieron: —¡Lo que le han hecho a Jesús, el profeta de Nazaret! Para Dios y para la gente, Jesús hablaba y actuaba con mucho poder.


Al ver eso, la gente tuvo mucho miedo y comenzó a alabar a Dios. Todos decían: «¡Hay un profeta entre nosotros! ¡Ahora Dios va a ayudarnos!»


Al ver esto, Simón pensó: «Si de veras este hombre fuera profeta, sabría que lo está tocando una mujer de mala fama.»


porque has tenido cinco, y el hombre con el que ahora vives no es tu esposo.


«Vengan a ver a un hombre que sabe todo lo que he hecho en la vida. ¡Podría ser el Mesías!»


Cuando todos vieron este milagro, dijeron: «De veras este es el profeta que tenía que venir al mundo.»


Cuando algunos de los que estaban allí oyeron esto, dijeron: «De veras que este hombre es el profeta que Dios nos iba a enviar.»


Entonces le preguntaron al que había sido ciego: —Ya que ese hombre te dio la vista, ¿qué opinas de él? —Yo creo que es un profeta —les contestó.


»Un día, nuestro Dios escogerá de entre ustedes a un hombre, que será profeta como yo. Cuando estábamos en el monte Horeb, ustedes me dijeron que no querían escuchar la voz de Dios, ni ver el fuego desde donde Dios hablaba, pues no querían morir. Pues bien, nuestro Dios les dará el profeta que pidieron, y ustedes deberán obedecerlo en todo.