«Como pueden ver, ahora vamos a Jerusalén. Y a mí, el Hijo del hombre, me entregarán a los sacerdotes principales y a los maestros de la Ley. Me condenarán a muerte y me entregarán a los enemigos de nuestro pueblo,
Juan 18:30 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Ellos le contestaron: —No lo habríamos traído si no fuera un criminal. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Respondieron y le dijeron: Si este no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡No te lo habríamos entregado si no fuera un criminal! —replicaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Le contestaron: 'Si éste no fuera un malhechor, no lo habríamos traído ante ti. La Biblia Textual 3a Edicion Respondieron y le dijeron: Si éste no estuviera haciendo mal,° no te lo habríamos entregado.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le respondieron: 'Si éste no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondieron y le dijeron: Si Éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado. |
«Como pueden ver, ahora vamos a Jerusalén. Y a mí, el Hijo del hombre, me entregarán a los sacerdotes principales y a los maestros de la Ley. Me condenarán a muerte y me entregarán a los enemigos de nuestro pueblo,
Los sacerdotes principales presentaban muchas acusaciones contra Jesús.
Por eso Pilato, el gobernador romano, salió y les dijo: —¿De qué acusan a este hombre?
Pilato les dijo: —Llévenselo y júzguenlo de acuerdo con sus propias leyes. Los jefes judíos respondieron: —Nosotros no tenemos autoridad para enviar a nadie a la muerte.
A partir de ese momento, Pilato buscó la manera de dejar libre a Jesús, pero la gente gritó: —¡Si dejas libre a ese hombre, no eres amigo del emperador romano! ¡Cualquiera que quiera hacerse rey, es enemigo del emperador!
Nuestros antepasados Abraham, Isaac y Jacob adoraron a Dios. Y ese mismo Dios es quien nos ha enviado a Jesús como Mesías, y nos ha mostrado lo maravilloso y poderoso que es Jesús. Pero ustedes lo entregaron a los gobernantes romanos, y aunque Pilato quiso soltarlo, ustedes no se lo permitieron.
Por anunciar esa buena noticia sufro mucho y estoy en la cárcel; me tienen encadenado, como si fuera yo un criminal. Pero el mensaje de Dios no está encadenado.
Si alguno de ustedes sufre, que no sea por ser asesino, ladrón o bandido, ni por meterse en asuntos ajenos.