»Yo haré que los descendientes de David oren y se pongan muy tristes al mirar al que atravesaron con una lanza. También haré que lloren los habitantes de Jerusalén. Y será tan grande su tristeza que llorarán como si hubieran perdido a su único hijo.
Juan 16:14 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual También les hará saber todo acerca de mí, y así me honrará. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Biblia Nueva Traducción Viviente Me glorificará porque les contará todo lo que reciba de mí. Biblia Católica (Latinoamericana) El tomará de lo mío para revelárselo a ustedes, y yo seré glorificado por él. La Biblia Textual 3a Edicion Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo anunciará. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo explicará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. |
»Yo haré que los descendientes de David oren y se pongan muy tristes al mirar al que atravesaron con una lanza. También haré que lloren los habitantes de Jerusalén. Y será tan grande su tristeza que llorarán como si hubieran perdido a su único hijo.
»El que me obedece y hace lo que yo mando, demuestra que me ama de verdad. Al que me ame así, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y le mostraré cómo soy en realidad.
»Yo les enviaré al Espíritu que viene del Padre, y que les enseñará lo que es la verdad. El Espíritu los ayudará y les hablará bien de mí.
Al decir esto, Jesús estaba hablando del Espíritu de Dios, que recibirían los que creyeran en él. Porque mientras Jesús no muriera y resucitara, el Espíritu no se haría presente.
Solo quienes son guiados por el Espíritu Santo reconocen que Jesús es el Señor. Por eso, quiero que entiendan que ninguna persona puede maldecir a Jesús, si es guiada por el Espíritu Santo.
Cuando Dios creó el mundo, dijo: «Que brille la luz donde ahora hay oscuridad». Y cuando nos permitió entender la buena noticia, también iluminó nuestro entendimiento, para que por medio de Cristo conociéramos su grandeza.
En cambio, a nosotros, el Espíritu nos da la seguridad de que Dios nos acepta porque confiamos en Cristo.
Ustedes creen en Dios, y por eso consideran que esa piedra es muy valiosa. Pero a los que no creen, les sucede lo que dice la Biblia: «La piedra que rechazaron los constructores del templo es ahora la piedra principal.»
Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como Jesús nos lo ordenó.
Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y que nos ha dado la capacidad de conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo; él es el Dios verdadero, que da la vida eterna.
Cuando Jesucristo vino a este mundo, fue bautizado en agua, y al morir derramó su sangre. El Espíritu de Dios es testigo de esto, y todo lo que el Espíritu dice es verdad.
Entonces me arrodillé a los pies del ángel, para adorarlo, pero él me dijo: «¡No lo hagas! Adora a Dios, pues yo también le sirvo, igual que tú y que todos los que siguen confiando en el mensaje que les dio Jesús.» Porque el mensaje que Jesús enseñó es lo que anima a la gente a seguir anunciándolo.