Por eso David le dijo a Abisai: «Ahora Sebá puede causarnos más problemas que Absalón. Así que toma a tus mejores soldados y ve a perseguirlo. De lo contrario, se irá a alguna ciudad bien protegida y se nos escapará».
Josué 10:20 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Josué y su ejército mataron a muchos amorreos, pero algunos de ellos pudieron escapar y se refugiaron en sus ciudades. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel acabaron de herirlos con gran mortandad hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fortificadas. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Josué y el ejército israelita continuaron con la masacre y derrotaron al enemigo por completo. Exterminaron totalmente a los cinco ejércitos con excepción de un pequeño grupo que logró llegar a sus ciudades fortificadas. Biblia Católica (Latinoamericana) Josué y los israelitas terminaron de masacrarlos y de exterminarlos; sólo algunos escapados lograron llegar a las ciudades fortificadas. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando Josué y los hijos de Israel acabaron de herirlos con gran mortandad, hasta acabarlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fortificadas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Josué y los israelitas acabaron de infligirles una completa derrota, hasta exterminarlos, aunque algunos fugitivos consiguieron escapar y se refugiaron en las ciudades fortificadas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel terminaron de herirlos con gran mortandad, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fortificadas. |
Por eso David le dijo a Abisai: «Ahora Sebá puede causarnos más problemas que Absalón. Así que toma a tus mejores soldados y ve a perseguirlo. De lo contrario, se irá a alguna ciudad bien protegida y se nos escapará».
El rey de Israel avanzó, capturó los caballos y carros de combate, y mató a muchos sirios.
»¡Anuncien esto a gritos en Judá y en todo Jerusalén! ¡Hagan sonar la trompeta por todo el país! ¡Avisen a la gente que corra a protegerse dentro de las ciudades amuralladas!
El pueblo respondió: «¿Qué hacemos aquí sentados? ¡Vayamos a las ciudades fortificadas, y murámonos de una vez! Nuestro Dios nos está matando; nos ha dado agua envenenada porque hemos pecado contra él.
Dios les hizo sentir muchísimo miedo cuando vieron al ejército israelita en Gabaón. Y los israelitas mataron allí a muchos de ellos, y persiguieron a los demás por las montañas hasta Bet-horón, y aun hasta Azecá y Maquedá, en el sur.
Pero ustedes no se queden ahí. Sigan al enemigo. ¡Que nadie escape a sus ciudades! Nuestro Dios nos dará la victoria sobre el enemigo».
Todos los soldados de Josué volvieron sanos y salvos al campamento en Maquedá donde Josué estaba. Y nadie de los que allí vivían se atrevía a hablar mal de los israelitas.
Josué conquistó todas estas ciudades con sus reyes, y les ordenó a sus guerreros: «Maten a todos sus habitantes, tal como nos lo mandó Moisés, el servidor de Dios».
y Dios les dio la victoria a los israelitas. Ellos atacaron y persiguieron a sus enemigos hacia el norte, hasta la gran ciudad de Sidón y hasta Misrefot-maim, y al este hasta el valle de Mispá. Los guerreros de Josué siguieron peleando hasta no dejar a nadie con vida.
Así fue como los israelitas acabaron con todos los de Ai que estaban en el valle y que habían salido a perseguirlos. Después volvieron a Ai y mataron a todos los que estaban en la ciudad.