Tierra, ¡ponte a temblar en presencia de nuestro Dios! Él convirtió la roca en manantial. ¡Él es el Dios de Israel!
Joel 2:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Tiemblan el cielo y la tierra, se oscurecen el sol y la luna, y pierden su brillo las estrellas. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Biblia Nueva Traducción Viviente La tierra tiembla mientras avanzan y los cielos se estremecen. El sol y la luna se oscurecen y las estrellas dejan de brillar. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Al verlos tiembla la tierra, se estremecen los cielos, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas pierden su brillo! La Biblia Textual 3a Edicion Delante de ellos tiembla la tierra y se estremecen los cielos, El sol y la luna se oscurecen, Y las estrellas retiran su resplandor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ante ellos tiembla la tierra, retiemblan los cielos, el sol y la luna se oscurecen, apagan su brillo las estrellas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Delante de ellos temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. |
Tierra, ¡ponte a temblar en presencia de nuestro Dios! Él convirtió la roca en manantial. ¡Él es el Dios de Israel!
7 (8) Hubo un temblor de tierra, y la tierra se estremeció. También los cerros temblaron desde sus cimientos; ¡temblaron por el enojo de Dios!
Ese día el sol se apagará, la luna dejará de brillar y las estrellas no darán su luz.
Los planetas dejarán de verse, el cielo se cerrará, y las estrellas caerán como hojas secas en otoño».
En el momento indicado, esa nación atacará a Israel con la fuerza de un mar tormentoso. Entonces la tierra quedará envuelta en tinieblas, y la luz del día se perderá entre oscuros nubarrones. ¡Israel quedará muy angustiada!»
»Veo la tierra: no tiene forma ni vida; miro el cielo, y todo es oscuridad.
Será un día de gran oscuridad, un día de nubes y de sombras. »Un ejército grande y poderoso se extenderá sobre los montes, y caerá sobre toda la tierra como las sombras al anochecer. No hubo antes, ni habrá después, otro ejército que se le parezca.
31 (3.4) El sol dejará de alumbrar, y la luna se pondrá roja, como si estuviera bañada en sangre. »Esto pasará antes de que llegue el maravilloso día en que juzgaré a este mundo.
4 (4.4) »Ciudades de Tiro y de Sidón, no les conviene ponerse en mi contra. Y a ustedes, provincias de Filistea, no les conviene desquitarse conmigo, porque yo les daré su merecido más pronto de lo que piensan.
»Yo soy quien hizo todas las estrellas del cielo; yo soy quien convierte la luz del día en oscuridad, y la oscura noche en día; yo soy quien manda a las nubes que vengan y rieguen la tierra; yo soy quien derriba murallas y quien convierte grandes fortalezas en un montón de ruinas; ¡yo soy el Dios todopoderoso!
En presencia de nuestro Dios tiemblan la tierra y sus habitantes, y los cerros y las montañas se sacuden.
Jesús continuó diciendo: —Cuando pase ese tiempo de sufrimiento: “El sol se pondrá oscuro, y la luna dejará de brillar. Las estrellas caerán, y temblarán los poderes que están en el cielo.”
En aquel momento, la cortina del templo se partió en dos, de arriba abajo, la tierra tembló y las rocas se partieron;
El sol dejará de alumbrar, y la luna se pondrá roja, como si estuviera bañada en sangre. ”Esto pasará antes de que llegue el maravilloso día en que juzgaré a este mundo.
Entonces vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. Y en su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, y nadie volvió a verlos.
Cuando el Cordero rompió el sexto sello, miré, y hubo un gran terremoto. El sol se oscureció, y la luna se puso roja como la sangre.
El cuarto ángel tocó su trompeta, y la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas se dañó y dejó de alumbrar. Por eso el sol no alumbraba durante la tercera parte del día, y la luna y las estrellas no brillaban durante la tercera parte de la noche.
Y cuando la estrella abrió el túnel del Abismo, de allí salió humo, como de un horno muy grande, y el humo oscureció el sol y el aire.