Como no quería verlo morir, se apartó de él y fue a sentarse, no muy lejos de allí. Mientras estaba sentada, se echó a llorar.
Jeremías 52:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual En primer lugar, mandó que mataran en su presencia a los hijos de Sedequías y a todos los hombres importantes de Judá; Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías delante de sus ojos, y también degolló en Ribla a todos los príncipes de Judá. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey de Babilonia hizo que Sedequías observara mientras masacraba a sus hijos. También masacró a todos los funcionarios de Judá en Ribla. Biblia Católica (Latinoamericana) En Ribla mandó degollar a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos, y lo mismo hizo con todos los jefes de Judá. La Biblia Textual 3a Edicion El rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías ante sus propios ojos, y también en Ribla degolló a todos los príncipes de Judá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedecías ante sus propios ojos y degolló también en Riblá a todos los nobles de Judá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías delante de sus ojos, y también degolló a todos los príncipes de Judá en Ribla. |
Como no quería verlo morir, se apartó de él y fue a sentarse, no muy lejos de allí. Mientras estaba sentada, se echó a llorar.
¿Cómo podría yo volver a la casa de mi padre, si mi hermano no vuelve conmigo? ¡No, yo no podría ver la desgracia que caería sobre mi padre!
el rey hizo que mataran a los hijos de Sedequías en su presencia, y luego ordenó que le sacaran los ojos y lo sujetaran con cadenas para llevarlo a Babilonia.
Yo, el Dios de Israel, les digo: “Bórrenlo de su memoria, es un hombre fracasado. ¡Ninguno de sus hijos llegará a ser rey de Judá!”»
»Los enemigos del rey Sedequías y de sus jefes quieren matarlos. Y aunque por ahora el rey de Babilonia ha dejado de atacar a Jerusalén, más tarde yo los pondré en sus manos, para que los maten.
»Además, Dios los castigará con llagas en todo el cuerpo, y nada podrá curarlos. Y cuando ustedes vean todo esto, se volverán locos.