¡Dios habrá de bendecir a los que agarren a tus hijos y los estrellen contra los muros!
Jeremías 51:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Los soldados babilonios ya están preparando sus armas, pero ustedes ni siquiera deben dejar que se pongan la armadura. Al contrario, ¡maten a sus jóvenes!, ¡quítenles la vida a sus soldados! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Diré al flechero que entesa su arco, y al que se enorgullece de su coraza: No perdonéis a sus jóvenes, destruid todo su ejército. Biblia Nueva Traducción Viviente No dejen que los arqueros se pongan sus armaduras ni que tensen sus arcos. ¡No perdonen la vida ni siquiera a sus mejores soldados! Que su ejército sea completamente destruido. Biblia Católica (Latinoamericana) Que ninguno de sus arqueros pueda estirar su arco y que nadie se pueda enderezar en su coraza. No tengan piedad con sus jóvenes, destruyan totalmente su ejército. La Biblia Textual 3a Edicion Que no se vaya el arquero ni el que viste la coraza se retire. No perdonéis a sus jóvenes guerreros,° Exterminad a todas sus huestes, Biblia Serafín de Ausejo 1975 No entese el arquero su arco, no vista su coraza. No perdonéis a sus jóvenes, exterminad todo su ejército. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Diré al arquero que entesa su arco, y al que se enorgullece en su coraza: No perdonéis a sus jóvenes, destruid todo su ejército. |
¡Dios habrá de bendecir a los que agarren a tus hijos y los estrellen contra los muros!
¡Ensillen y monten los caballos! ¡Afilen las lanzas y pónganse las corazas! ¡Cúbranse con los cascos!
»Y ustedes, guerreros, ¡prepárense para atacar a Babilonia! ¡Disparen contra ella sus flechas, porque ha pecado contra mí!
»Y a ustedes, enemigos de Babilonia, les mando que ataquen y persigan a estos despreciables babilonios.
¡Llegó la hora del castigo! ¡Maten a todos sus soldados! ¡Maten a toda su gente!
Aunque Babilonia tenga murallas tan altas como los cielos, yo voy a enviar un ejército que derribará esas altas murallas. Les juro que así lo haré».
21 (20) “La muerte entró a nuestros palacios; se metió por nuestras ventanas, y mató a los niños que jugaban en la calle y a los jóvenes que se reunían en las plazas.
En plena calle matarán a sus hijos, y toda familia verá con horror cómo mueren sus ancianos, sus jóvenes y sus niños.
Porque Dios no tendrá compasión de quienes no se compadecieron de otros. Pero los que tuvieron compasión de otros, saldrán bien del juicio.