Nuestros abuelos fueron tan rebeldes que se portaron como unos tontos; sufrieron mucho por su maldad.
Jeremías 5:25 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Pero todo esto ha cambiado por causa de sus muchos pecados; por eso ustedes ya no disfrutan de todos esos beneficios. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien. Biblia Nueva Traducción Viviente Su maldad les ha privado de estas maravillosas bendiciones; su pecado les ha robado todas estas cosas buenas. Biblia Católica (Latinoamericana) Sus crímenes y pecados han creado el desorden,
privándoles a ustedes de esos bienes. La Biblia Textual 3a Edicion Vuestras iniquidades han alejado estas cosas, Y vuestros pecados han apartado de vosotros el bien. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vuestras iniquidades lo han perturbado todo, vuestros pecados os han privado del bien. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas; y vuestros pecados detuvieron de vosotros el bien. |
Nuestros abuelos fueron tan rebeldes que se portaron como unos tontos; sufrieron mucho por su maldad.
pero a la tierra fértil la convirtió en tierra inútil, porque los que allí vivían eran gente muy malvada;
Pero la maldad de ustedes los ha separado de Dios. Sus pecados han hecho que Dios se tape los oídos y no quiera escucharlos.
Hubo una época en que durante mucho tiempo no llovió. Por eso Dios le dijo a Jeremías:
Jeremías dijo: «Dios mío, ¿Por qué actúas en nuestro país como si estuvieras de paso? Te portas como un viajero que solo se queda a pasar la noche. Admitimos que somos muy infieles y que son muchos nuestros pecados; ¡demuestra que tú sí eres fiel y ven pronto a ayudarnos! Tú eres nuestra única esperanza; ¡eres la salvación de Israel en momentos de angustia!
Por eso no llegan las lluvias, ni caen aguaceros en la primavera. No tienes vergüenza; eres peor que una prostituta.
»Jerusalén, todo esto te pasa por tu mal comportamiento. Tu desgracia es tan amarga, que te hiere el corazón».
No volverá Dios a castigarte, bella ciudad de Jerusalén, pues ya se ha cumplido tu castigo. Pero a ti, ciudad de Edom, Dios te castigará por tus pecados.