Pero en cuanto tenían paz volvían a desobedecerte. Entonces, una vez más, caían en poder de sus enemigos. Pero volvían a pedirte ayuda, y tú desde el cielo los escuchabas. Tan grande era tu amor por ellos, que una y otra vez los liberabas.
Jeremías 40:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual para cumplir con sus amenazas. Ustedes se rebelaron contra él y fueron muy desobedientes. Por eso les pasó todo esto. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 y lo ha traído y hecho Jehová según lo había dicho; porque pecasteis contra Jehová, y no oísteis su voz, por eso os ha venido esto. Biblia Nueva Traducción Viviente tal como dijo que haría, pues este pueblo ha pecado contra el Señor y lo desobedeció. Por eso ocurrió. Biblia Católica (Latinoamericana) Y toda esta serie de desgracias les han ocurrido a ustedes porque pecaron contra Yavé, no haciendo caso de su palabra. La Biblia Textual 3a Edicion y YHVH lo ha traído y hecho según lo había dicho, porque pecasteis contra YHVH, y no oísteis su voz, por eso os ha venido esto a vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh ha hecho venir y ha realizado lo que había predicho. Porque pecasteis contra Yahveh y no escuchasteis su voz, por eso os ha sucedido esto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y Jehová lo ha traído y hecho según lo había dicho; porque pecasteis contra Jehová, y no oísteis su voz, por eso os ha venido esto. |
Pero en cuanto tenían paz volvían a desobedecerte. Entonces, una vez más, caían en poder de sus enemigos. Pero volvían a pedirte ayuda, y tú desde el cielo los escuchabas. Tan grande era tu amor por ellos, que una y otra vez los liberabas.
Pero el castigo ha sido justo, pues tú fuiste fiel y nosotros pecamos contra ti.
»Yo soy el todopoderoso Dios de Israel. Yo planté a Israel y a Judá en esta tierra, como quien planta un árbol. Pero les he mandado esta desgracia por causa de su maldad, pues adoraron a Baal y con eso me hicieron enojar».
”Mucha gente de otras naciones pasará por aquí, y se preguntará por qué hice esto con esta gran ciudad.
«Jeremías, quiero que hables con Ébed-mélec, el etíope. Dile de mi parte que a Jerusalén no le va a ir nada bien, pues le voy a enviar un terrible castigo. Dile que yo, el Dios de Israel, lo he anunciado, y él estará allí cuando eso ocurra.
Ustedes pecaron contra Dios al adorar a otros dioses, y al no querer obedecer ninguno de sus mandamientos. Por eso ahora tienen que sufrir tan terrible desastre.
Al verlos, sus enemigos se burlaban y les decían: “De esto no tenemos la culpa, pues ustedes pecaron contra Dios; contra el Dios que todo les daba, y en quien confiaban sus antepasados”.
Una vez, años atrás, Dios juró que te destruiría, y ha cumplido su palabra: te destruyó sin compasión, y permitió que tus enemigos te vencieran y te humillaran.
Pero si insisten en desobedecerlo, y no se arrepienten, harán que Dios les aumente el castigo. Llegará el día del juicio final, cuando Dios juzgará a todos, y muy enojado, los castigará a ustedes.
Sabemos que la ley de Moisés tiene valor para los que se someten a ella. Y lo que la ley dice, es para que nadie pueda declararse inocente; es para que todo el mundo se reconozca culpable ante Dios.
25 (24) Y no faltará quien responda: “Su Dios los libró de la esclavitud en Egipto, pero ellos no obedecieron las instrucciones del pacto que su Dios hizo con ellos.