Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Jeremías 10:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Te pido que nos corrijas, pero hazlo con justicia. No nos corrijas mientras estés enojado, pues nos destrozarías por completo.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que corrígeme, Señor, pero, por favor, sé tierno; no me corrijas con enojo porque moriría.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

Corrígenos, Yavé, pero con prudencia, sin enojarte, no sea que desaparezcamos.

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Corrígeme, oh YHVH, con medida, No en tu ira, no sea que me aniquiles.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Castígame, Señor, pero con medida, no según tu ira, pues sería aniquilado.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Corrígeme, oh Jehová, pero con juicio; no con tu ira, no sea que me reduzcas a nada.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Jeremías 10:24
10 Σταυροειδείς Αναφορές  

»Ustedes se han portado conmigo como lo hacen los comerciantes de las ciudades de Temá y Sabá. Salen con sus caravanas, y al cruzar el desierto, se apartan del camino esperando encontrar los ríos. Al no hallarlos, se quedan confundidos y frustrados; pierden entonces la confianza y mueren. Lo mismo hicieron ustedes: vieron algo espantoso y se asustaron.


1 (2) Dios mío, si estás enojado, no me reprendas; si estás furioso, no me castigues.


1-2 (2-3) Dios mío, ¡tenme compasión! No me reprendas cuando estés enojado ni me castigues cuando estés furioso, pues ya no me quedan fuerzas. Devuélveme la salud, pues todo el cuerpo me tiembla.


Dios hace que los poderosos de este mundo desaparezcan como plantas tiernas y sin raíces. ¡Esas plantas se marchitan y se las lleva el huracán!


»Yo soy tu Dios; yo estoy contigo para salvarte. Destruiré a todas las naciones por las que te he dispersado. A ti no te voy a destruir, pero te daré el castigo que mereces. Te juro que así lo haré».


¡Dios mío, yo sé bien todo lo que has hecho, y por eso tiemblo en tu presencia! Déjanos ver en nuestros días tus grandes hechos de otros tiempos; si te enojas con nosotros, no dejes de tenernos compasión.