”Además, yo haré que el reino de tus hijos sea firme y dure para siempre”».
Isaías 7:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual En esa ocasión, el rey Ahaz y su familia se enteraron de que los sirios se habían aliado con los israelitas del norte. Al oír esto, el rey y el pueblo se pusieron a temblar de miedo, como tiemblan las hojas de los árboles cuando sopla el viento. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento. Biblia Nueva Traducción Viviente A la corte real de Judá había llegado la siguiente noticia: «¡Aram se ha aliado con Israel en contra de nosotros!». Por eso, el corazón del rey y el de su pueblo temblaron de miedo, como tiemblan los árboles en medio de una tormenta. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando llevaron esta noticia al palacio de David: 'Los de Aram están acampados en el territorio de Efraím', el corazón del rey y de la gente se puso a palpitar como se estremecen los árboles del bosque movidos por el viento. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando fue dado aviso al heredero de David, diciendo: Siria° se ha confederado con Efraín,° el corazón suyo, y el del pueblo, se estremecieron° como se estremecen los árboles del bosque con el viento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando a la casa de David se le informó, diciéndole: 'Aram acampa con Efraín', tembló su corazón y el corazón de su pueblo como tiemblan los árboles del bosque sacudidos por el viento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del bosque a causa del viento. |
”Además, yo haré que el reino de tus hijos sea firme y dure para siempre”».
A Salomón le dejará tan solo una tribu, por amor a David, que le fue fiel, y por amor a Jerusalén, la ciudad que él eligió.
Cuando todos vieron que el rey no les había hecho caso, le dijeron: «¡No tenemos nada que ver con David, el hijo de Jesé! ¡No queremos que su familia reine sobre nosotros! ¡Volvamos a nuestras casas, israelitas! ¡Que la familia de David reine sobre su propia tribu!» Así que los israelitas se fueron a sus casas.
Dios le ordenó a este profeta que hablara en contra del altar. El profeta, con voz fuerte, dijo: «Altar, altar, Dios ha dicho que de la familia del rey David nacerá un niño, que se llamará Josías. Cuando él sea grande, matará a los sacerdotes que ofrecen incienso sobre ti. También quemará sobre ti huesos humanos».
Entonces Amasías mandó de regreso a los soldados de la tribu de Efraín. Ellos se enojaron muchísimo, y en su camino de regreso invadieron las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-horón; mataron como a tres mil personas, y se llevaron todas sus pertenencias. Luego regresaron a sus casas. Mientras tanto, Amasías se llenó de valor, y acompañado de su ejército fue al Valle de la Sal y mató a diez mil hombres de Edom. A otros diez mil se los llevaron presos a la cima de una roca alta, y desde allí los echaron abajo. Todos murieron estrellados contra el suelo.
Azarías hijo de Johanán, Berequías hijo de Mesilemot, Ezequías hijo de Salum y Amasá hijo de Hadlai, eran los jefes de la tribu de Efraín. Al oír al profeta, se volvieron a los soldados
1 (1b) Dios es mi protector, ¡no me digan que huya a los cerros, como si fuera un pájaro!
El que nada debe, nada teme, pero el malvado siempre huye aunque nadie lo persiga.
Dios le entregará el poder que tuvo el rey David. Lo que Eliaquim ordene se cumplirá, y nadie podrá contradecirlo.
Por eso dejas sin fuerza a sus habitantes; y los confundes y llenas de miedo. ¡Y se han vuelto como la hierba del campo, como el pasto verde; como la hierba de los tejados que se seca antes de crecer!
Dios protegerá esta ciudad, por amor a sí mismo, y por amor a David, quien le fue fiel en todo».
Y si de cien personas quedan solo diez, hasta esas diez serán destruidas. Quedarán como el tronco de un árbol, que recién ha sido cortado. Pero unos pocos israelitas quedarán con vida, y de ellos saldrá un pueblo obediente y fiel».
Entonces Isaías dijo: «Escuchen ustedes, los de la familia del rey de Judá: ¿No les basta con fastidiar a los hombres que también quieren molestar a Dios?
Isaías continuó diciendo: «Dios mandará contra Judá al rey de Asiria. Él atacará a la familia del rey y a todo su pueblo. Sucederán cosas muy terribles, cosas que no se habían visto desde que el reino de Israel se separó del reino de Judá.
Ellos piensan hacerte daño; quieren invadir el territorio de Judá, conquistarlo y llenar de miedo a su gente. Piensan poner como rey al hijo de Tabeel.
«No llamen “conspiración” a todo lo que la gente llama “conspiración”. A la gente le da miedo cuando los reyes se juntan para hacer planes de guerra. Pero ustedes no deben asustarse ni tener miedo.
1 (2) Son cada vez más mentirosos y violentos. Hacen pactos con Asiria, y envían regalos a Egipto; ¡y hasta piensan que del desierto les puede llegar ayuda!»
El rey Herodes y todos los habitantes de Jerusalén se pusieron muy nerviosos cuando oyeron hablar de esto.