Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Génesis 38:17 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

—Te mandaré uno de mis cabritos —respondió Judá. —Acepto —dijo ella—, solo si me dejas algo tuyo como garantía de que me pagarás.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Él respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

—Te enviaré un cabrito de mi rebaño —prometió Judá. —¿Pero qué me darás como garantía de que enviarás el cabrito? —preguntó ella.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

El le dijo: 'Te enviaré un cabrito de mi rebaño. Mas ella respondió: 'Bien, pero me vas a dejar algo en prenda hasta que lo envíes.

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Y él dijo: Yo mismo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño. Y ella dijo: ¿Me das alguna prenda hasta que lo envíes?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Respondió él: 'Te enviaré un cabrito de mi rebaño'. Replicó ella. 'Está bien, pero a condición de que me des una prenda hasta que lo envíes'.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Él respondió: Yo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño. Y ella dijo: ¿Me darás una prenda hasta que lo envíes?

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Génesis 38:17
8 Σταυροειδείς Αναφορές  

—¿Y qué quieres que te deje? —preguntó Judá. —Pues déjame tu sello con todo y cordón, y la vara que llevas en la mano —respondió ella. Judá aceptó sus condiciones, y tuvo relaciones sexuales con ella, y ella quedó embarazada.


Más tarde, cuando Judá mandó a su amigo Hirá para entregar el cabrito y recoger lo que le había dejado a Tamar, su amigo ya no la encontró.


Si te comprometes a pagar las deudas de un desconocido, te pedirán dar algo en garantía y perderás hasta el abrigo.


»Al saber esto, el patrón felicitó al empleado deshonesto por ser tan astuto. Y es que, para atender sus propios negocios, la gente de este mundo es más astuta que los hijos de Dios.


Después de algún tiempo, Sansón fue a visitar a su prometida, y le llevó un cabrito. Era el tiempo de la cosecha. Al llegar dijo: —Voy a entrar al cuarto de mi mujer. Quiero verla. Pero el padre de ella no lo dejó entrar,