Al día siguiente, muy temprano, Abraham tomó pan y se lo dio a Agar. También tomó una bolsa de cuero con agua, se la puso a ella en el hombro, y la despidió junto con el niño. Agar se fue en dirección al desierto de Beerseba y allí se perdió.
Génesis 37:15 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual pero no encontró a sus hermanos por ningún lado. Poco después lo encontró un hombre y le preguntó: —¿Qué andas buscando? Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y lo halló un hombre, andando él errante por el campo, y le preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando José llegó a Siquem, un hombre de esa zona lo encontró dando vueltas por el campo. —¿Qué buscas? —le preguntó. Biblia Católica (Latinoamericana) Un hombre lo vio que andaba perdido por los campos y le preguntó: '¿Qué buscas?' La Biblia Textual 3a Edicion Y un hombre lo halló deambulando por el campo, y el hombre le preguntó, diciendo: ¿Qué buscas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Andaba desorientado por el campo, cuando lo encontró un hombre, que le preguntó: '¿Qué buscas?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y lo halló un hombre, andando él extraviado por el campo, y le preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas? |
Al día siguiente, muy temprano, Abraham tomó pan y se lo dio a Agar. También tomó una bolsa de cuero con agua, se la puso a ella en el hombro, y la despidió junto con el niño. Agar se fue en dirección al desierto de Beerseba y allí se perdió.
José le respondió: —Busco a mis hermanos y a sus rebaños. Tal vez usted pueda decirme dónde están.
Entonces Eliseo les dijo: «Este no es el camino, ni esta es la ciudad que ustedes buscan. Síganme y los llevaré a donde está el hombre que buscan». Eliseo los llevó a Samaria,
Jesús se dio vuelta y, al ver que lo seguían, les preguntó qué querían. Ellos le preguntaron: —¿Dónde vives, Maestro?
Entonces, Jesús volvió a preguntarles: —¿A quién buscan? —A Jesús de Nazaret —respondieron de nuevo.
Jesús le dijo: —Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? María pensó que estaba hablando con el que cuidaba el jardín donde estaba la tumba. Por eso le dijo: —Señor, si usted se ha llevado el cuerpo que estaba en esta tumba, dígame dónde lo puso y yo iré a buscarlo.
En ese momento llegaron los discípulos de Jesús, y se extrañaron de ver que hablaba con una mujer. Pero ninguno se atrevió a preguntarle qué quería, o de qué conversaba con ella.
Cuando llegó Barac buscando a Sísara, Jael salió a recibirlo y le dijo: «Ven y te mostraré al hombre que buscas». Barac entró en la carpa, y vio a Sísara tendido en el suelo, con la estaca clavada en la cabeza.