Ismael será entre los hombres igual que un caballo salvaje. Tendrá que luchar contra todos, pues todos lucharán contra él, pero logrará establecerse en su propio territorio, aun en contra de sus hermanos.
Génesis 21:20 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cuando el niño creció, se quedó a vivir en el desierto de Parán. Allí aprendió a manejar bien el arco y las flechas, y Dios siempre le brindó su ayuda. Finalmente, su madre lo casó con una egipcia. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco. Biblia Nueva Traducción Viviente El muchacho creció en el desierto, y Dios estaba con él. Llegó a ser un hábil arquero, Biblia Católica (Latinoamericana) Dios asistió al niño, que creció y vivió en el desierto, llegando a ser un experto tirador de arco. La Biblia Textual 3a Edicion Y estuvo ’Elohim con el muchacho, el cual creció y habitó en el desierto y fue tirador de arco. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y Dios protegió al chico, que creció, habitó en el desierto y llegó a ser tirador de arco. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Dios fue con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco. |
Ismael será entre los hombres igual que un caballo salvaje. Tendrá que luchar contra todos, pues todos lucharán contra él, pero logrará establecerse en su propio territorio, aun en contra de sus hermanos.
También ya oí lo que me pediste acerca de Ismael, y lo voy a bendecir con muchos, muchos descendientes. De ellos saldrán doce príncipes y una gran nación.
Esaú llegó a ser un buen cazador y le encantaba estar en el campo. Por eso Isaac lo quería más. Jacob, en cambio, era muy tranquilo y prefería quedarse en casa, por eso Rebeca lo quería más que a Esaú.
Así que toma tu arco y tus flechas, y ve al campo, a ver qué puedes cazar para mí.
Yo estaré contigo, y no te abandonaré hasta cumplir lo que te he prometido. Te cuidaré por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra».
Dios siguió ayudando a José y dándole muestras de su amor, pues hizo que el carcelero lo tratara bien.
A medida que el niño Juan crecía, también aumentaba su poder espiritual. Y vivió en el desierto hasta el día en que Dios le ordenó llevar su mensaje al pueblo de Israel.
El niño Jesús crecía en estatura y con poder espiritual. Estaba lleno de sabiduría, y Dios estaba muy contento con él.
El ángel de Dios se le apareció a Gedeón y le dijo: —¡Qué fuerte y valiente eres! ¡Por eso Dios está contigo!