Abraham se inclinó ante Dios y entre dientes dijo: «¿Cómo voy a tener un hijo, si ya tengo cien años? ¿Y cómo va a tener un hijo Sara, si ya tiene noventa?» Así que se echó a reír,
Génesis 18:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara no estaba ya en edad de tener hijos, Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Biblia Nueva Traducción Viviente Abraham y Sara eran muy ancianos en ese tiempo, y hacía mucho que Sara había pasado la edad de tener hijos. Biblia Católica (Latinoamericana) Abrahán y Sara eran ancianos, bien entrados en años, y ella no tenía ya lo que le pasa ordinariamente a las mujeres. La Biblia Textual 3a Edicion Y Abraham y Sara eran ancianos, entrados en días, y a Sara le había cesado la costumbre de las mujeres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Abrahán y Sara ya eran ancianos, entrados en años, y a Sara se le había retirado la regla. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. |
Abraham se inclinó ante Dios y entre dientes dijo: «¿Cómo voy a tener un hijo, si ya tengo cien años? ¿Y cómo va a tener un hijo Sara, si ya tiene noventa?» Así que se echó a reír,
Abraham jamás se hubiera imaginado que siendo ya viejo, yo tendría un hijo suyo».
Además, él y su esposa Sara tuvieron un hijo, a pesar de ser ya muy ancianos, y a ese hijo mi amo le ha entregado todas sus riquezas.
»La mujer que tenga su menstruación será considerada impura durante siete días. Si alguien toca a esa mujer,
Zacarías le dijo al ángel: —Mi esposa y yo somos ya muy viejos. ¿Cómo sabré que todo pasará tal como dices?
Tu prima Isabel, aunque ya es muy vieja, también va a tener un hijo. La gente pensaba que ella nunca podría tener hijos, pero hace ya seis meses que está embarazada.
No tenían hijos, pues Isabel no había podido quedar embarazada y, además, los dos eran muy viejos.
Abraham sabía que Dios tiene poder para hacer que los muertos vuelvan a vivir. Esa confianza hizo que Abraham no tuviera que matar a su hijo; y fue como si Isaac hubiera vuelto a vivir.
Cuando ya habían pasado muchos años, y Josué era anciano, Dios le dijo: «Ya estás muy viejo, y todavía hay mucho territorio por conquistar.