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Ester 9:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Además, por miedo a Mardoqueo, todas las autoridades ayudaron a los judíos,

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Biblia Reina Valera 1960

Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, capitanes y oficiales del rey, apoyaban a los judíos; porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Además, todos los nobles de las provincias, los funcionarios de más alta posición, los gobernadores y los funcionarios reales ayudaron a los judíos por temor a Mardoqueo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos los gobernadores de provincia, los jefes, los responsables y los funcionarios del rey, ayudaron a los judíos por temor a Mardoqueo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y todos los príncipes de las provincias, y los sátrapas, y los gobernadores, y los funcionarios menores del rey, apoyaban a los judíos, porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todos los grandes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los funcionarios del rey apoyaron a los judíos, porque el terror hacia Mardoqueo se había adueñado de todos ellos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, capitanes, y oficiales del rey ayudaban a los judíos; porque el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos.

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Ester 9:3
9 Σταυροειδείς Αναφορές  

Luego entregaron la orden del rey a los gobernadores y a los asistentes de la provincia al oeste del río Éufrates, quienes entonces apoyaron al pueblo y al templo de Dios.


El día trece del mes de Abib el rey llamó a sus secretarios para que escribieran las órdenes de Amán y las enviaran a sus asistentes, a los gobernadores de todas las provincias, y a todos los jefes del país. Estos documentos fueron enviados a cada provincia y pueblo del reino en el idioma que entendían, y debidamente firmados y sellados por el rey Asuero. En ellos se ordenaba que el día trece del mes de Adar se destruyera por completo al pueblo judío. Ese día se mataría a todos los judíos, tanto jóvenes como ancianos, mujeres y niños, y además se les quitarían sus pertenencias.


A medida que se iba conociendo la orden del rey y su documento, en cada provincia y ciudad, los judíos festejaban con gran alegría. Y tanto era el miedo que les tenían a los judíos, que muchos en el país aceptaron su religión.


y entonces ella se puso de pie y le dijo: —Si a Su Majestad le parece bien y justo, y si en verdad me ama, escriba una orden que anule el documento que Amán dictó para destruir a los judíos.


Ester y Mardoqueo llamaron enseguida a los secretarios, y estos escribieron todo lo que Mardoqueo les ordenó acerca de los judíos. Era el día veintitrés del mes de Siván. La orden fue enviada a todos los gobernadores y principales autoridades de las ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía. A cada provincia se le escribió en su propio idioma, y también a los judíos.


Para la presentación de la estatua, el rey mandó que se reunieran todas las personas importantes de su gobierno. Cuando toda esa gente estuvo reunida,