Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Ester 7:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Ester le respondió: —Si Su Majestad en verdad me ama, y si le parece bien, le pido que salve mi vida y la de mi pueblo.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

La reina Ester contestó: —Si he logrado el favor del rey, y si al rey le agrada conceder mi petición, pido que mi vida y la vida de mi pueblo sean libradas de la muerte.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

La reina Ester respondió al rey: 'Si me quiere hacer un favor y si el rey lo estimare conveniente, pido que se me conceda la vida, deseo que se la conceda a mi pueblo.

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia ante tus ojos, y si ello place al rey, ¡concédase mi vida por mi petición y la de mi pueblo por mi demanda!

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Respondió la reina Ester y dijo: 'Si gozo de tu favor, oh rey, y si al rey le parece bien, que se me conceda la vida según mi deseo, y la de mi pueblo según mi petición.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces la reina Esther respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si le place al rey, me sea dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Ester 7:3
9 Σταυροειδείς Αναφορές  

Sus oficiales le dijeron: —Hemos escuchado que los reyes de Israel siempre cumplen sus compromisos. Nos vestiremos con ropas ásperas, para mostrar nuestra tristeza por tantas muertes. Además nos pondremos una soga alrededor del cuello para mostrar que nos rendimos. Iremos ante el rey de Israel y le pediremos que le perdone la vida.


El rey mandó por tercera vez a otro capitán con cincuenta soldados. Pero este capitán subió a donde estaba Elías, se arrodilló delante de él y le rogó: —Profeta, ya sé que los soldados que vinieron antes de mí murieron consumidos por el fuego que cayó del cielo. Te suplico que no nos mates, ¡somos tus esclavos! ¡Por favor, perdónanos la vida!


Además, le dio una copia del documento publicado en Susa, en el cual se ordenaba la destrucción de los judíos, y le pidió que se lo mostrara a Ester y le explicara todo. Mardoqueo también le pidió que le dijera a Ester que fuera a ver al rey y le suplicara no destruir a su pueblo.


El rey Asuero se levantó de la mesa muy enojado, y salió al jardín para calmarse. Cuando Amán se dio cuenta de que el rey estaba decidido a matarlo, se quedó en la sala para rogarle a la reina que lo salvara.


y entonces ella se puso de pie y le dijo: —Si a Su Majestad le parece bien y justo, y si en verdad me ama, escriba una orden que anule el documento que Amán dictó para destruir a los judíos.


El ángel acusador le contestó: —¡Mientras a uno no lo hieren donde más le duele, todo va bien! Pero si de salvar la vida se trata, el hombre es capaz de todo.


Te aconsejo que les digas que viniste a verme, para que no te mande de nuevo a la casa de Jonatán, pues no quieres morir allí.