2 (3) Dios mío, te llamo de día, y no me escuchas; te llamo de noche, y no me respondes.
Cantares 3:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual En la oscuridad de la noche busco al amor de mi vida. En la soledad de mi cuarto lo busco y no lo encuentro. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé. Biblia Nueva Traducción Viviente Una noche, mientras estaba en mi cama, suspiré por mi amado; suspiraba por él, pero él no venía. Biblia Católica (Latinoamericana) Sobre mi lecho, por las noches,
yo buscaba al amado de mi alma.
Lo busqué y no lo hallé. La Biblia Textual 3a Edicion Por las noches en mi lecho, Buscaba al que ama mi alma. Lo busqué, pero no lo hallé. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En mi lecho, en la noche, buscaba yo al amado de mi alma: lo buscaba y no lo hallé. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma: Lo busqué, y no lo hallé. |
2 (3) Dios mío, te llamo de día, y no me escuchas; te llamo de noche, y no me respondes.
4 (5) ¡Cuidado, no pequen más! Cuando llegue la noche y se acuesten a dormir, pónganse a pensar en todo lo que han hecho.
6 (7) ¡Ya estoy cansado de llorar! Por las noches lloro tanto que mis lágrimas empapan mi almohada.
Cuéntame, amor de mi vida, ¿a dónde llevas tus rebaños? A la hora de la siesta, ¿dónde los haces descansar? No tengo por qué andar como una vagabunda; ¡no tengo por qué buscarte entre los rebaños de tus amigos!
Al oír la voz de mi amado, sentí que me moría. Le abrí la puerta, pero él se había marchado; ¡ya no estaba allí! Me dispuse a seguirlo: lo busqué y no lo encontré; lo llamé y no me respondió.
Mujeres de Jerusalén, quiero que me prometan que, si encuentran a mi amado, le digan que… ¡Que me estoy muriendo de amor!
De día y de noche mi corazón te busca; cuando tú das una orden, todos aprenden a hacer lo bueno.
Isaías dijo: «Ahora es el momento oportuno: ¡busquen a Dios!; ¡llámenlo ahora que está cerca!
«Traten de entrar por la entrada estrecha. Porque muchos querrán entrar al reino de Dios y no podrán.
Por tercera vez le dijo: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se puso muy triste de que tres veces le había preguntado si lo quería. Entonces le contestó: —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: —Cuida de mis ovejas.
Ustedes, aunque nunca han visto a Jesucristo, lo aman y creen en él, y tienen una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras.