y le dijo: —Agar, esclava de Sarai, ¿qué haces aquí? ¿A dónde vas? Y ella le contestó: —Estoy huyendo de mi dueña.
Apocalipsis 7:13 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces, uno de los ancianos me preguntó: —¿Quiénes son los que están vestidos de blanco? ¿De dónde vienen? Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces uno de los veinticuatro ancianos me preguntó: —¿Quiénes son estos que están vestidos de blanco? ¿De dónde vienen? Biblia Católica (Latinoamericana) Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: 'Esos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde vienen?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces uno de los ancianos tomó la palabra° y me preguntó: ¿Quiénes son y de dónde vienen éstos vestidos con ropas blancas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de los ancianos tomó la palabra y me dijo: 'Estos que están vestidos de túnicas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondió uno de los ancianos, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? |
y le dijo: —Agar, esclava de Sarai, ¿qué haces aquí? ¿A dónde vas? Y ella le contestó: —Estoy huyendo de mi dueña.
Entonces me acerqué a uno de los que allí estaban, y le pedí que me explicara lo que significaba el sueño. Y me dijo:
Jesús estaba enseñando en el templo, y dijo con voz fuerte: «En realidad, ustedes no saben quién soy yo, ni de dónde vengo. Yo no he venido por mi propia cuenta. He sido enviado por alguien en quien se puede confiar, y a quien ustedes no conocen.
Al ver eso, Pedro les dijo: «Amigos israelitas, ¿qué les sorprende? ¿Por qué nos miran así? ¿Acaso creen que nosotros sanamos a este hombre con nuestro propio poder?
’Sin embargo, en Sardes hay algunas personas que no han hecho lo malo. Por eso, andarán conmigo vestidos con ropas blancas, símbolo de victoria y santidad, pues se lo merecen.
Había también otros veinticuatro tronos, los cuales formaban un círculo, y en ellos estaban sentados veinticuatro ancianos. Esos ancianos estaban vestidos con ropas blancas, y tenían una corona de oro en la cabeza.
Luego oí el murmullo de muchos ángeles. Eran millones y millones de ángeles que rodeaban el trono, a los cuatro seres vivientes y a los veinticuatro ancianos.
Pero uno de los ancianos me dijo: «No llores más, que ha salido vencedor el heredero del trono de David, a quien se le llama el León de Judá. Solo él tiene la autoridad de romper los siete sellos y de abrir el rollo.»
Después de esto vi a mucha gente de todos los países, y de todas las razas, idiomas y pueblos. ¡Eran tantos que nadie los podía contar! Estaban de pie, delante del trono y del Cordero, vestidos con ropas blancas. En sus manos llevaban ramas de palma,
La mujer fue a contárselo a su esposo: —Un hombre de Dios vino a donde yo estaba, y me impresionó tanto que no me atreví a preguntarle cómo se llamaba, ni él me dijo de dónde venía. Su cara era como la de un ángel.