»¡Los marineros de Tarsis están tristes, porque su puerto ha sido destruido!»
Apocalipsis 18:17 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual ¡En un abrir y cerrar de ojos se acabó tanta riqueza!» Todos los capitanes de barco, los que viajaban por mar, los marineros y los comerciantes se mantuvieron alejados. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; Biblia Nueva Traducción Viviente ¡En un solo instante, toda la riqueza de la ciudad se esfumó!». Y todos los capitanes de los barcos mercantes y los pasajeros, los marineros y las tripulaciones se mantendrán a distancia. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡En una hora se acabó tanta riqueza!'
Todos los capitanes, navegantes, marineros y cuantos se ocupan en los trabajos del mar se detuvieron a distancia' La Biblia Textual 3a Edicion porque en una hora fue arrasada tanta riqueza! Y todo timonel, y todo el que navega de sitio en sitio, y los marineros, y cuantos trabajan en el mar, se pararon a lo lejos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque en una hora quedó devastada tanta riqueza'. Todos los pilotos, todos los que se dedican al cabotaje y las tripulaciones de cuantos bregan en el mar se detuvieron a lo lejos Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque en una hora ha sido desolada tanta riqueza. Y todo timonel, y todos los que navegan en barcos, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; |
»¡Los marineros de Tarsis están tristes, porque su puerto ha sido destruido!»
»Pero de repente, en un majestuoso día, te sucederán dos desgracias, y de nada te servirán tus brujerías y tu magia: te quedarás viuda y perderás todos tus hijos.
Pero, cuando menos lo esperaba, fue derrotada y quedó destruida. ¡Lloren por ella! ¡Busquen algún remedio para su pena, a ver si recobra la salud!
Cayó Jerusalén, pues ha pecado más de lo que pecó Sodoma. ¡De pronto se vino abajo y nadie pudo ayudarla!
El capitán se le acercó y le dijo: —¡Qué haces aquí, dormilón! ¡Levántate y pide ayuda a tu dios! ¡Tal vez nos salve al ver que estamos en peligro!
Pero el capitán de los soldados no le hizo caso a Pablo, sino que decidió seguir el viaje, como insistían el dueño y el capitán del barco.
»Los diez cuernos que has visto son diez reyes, que todavía no han comenzado a reinar; pero durante una hora recibirán poder, y junto con el monstruo gobernarán como reyes.
Los diez cuernos que has visto, lo mismo que el monstruo, odiarán a la prostituta y le quitarán todo lo que tiene. La dejarán desnuda, se comerán la carne de su cuerpo, y luego la arrojarán al fuego.
Además, se echaron ceniza en la cabeza para mostrar su tristeza, y entre llantos y lamentos gritaban: «¡Ay, qué terrible! ¡Pobrecita de ti, gran ciudad poderosa! Con tus riquezas se hicieron ricos todos los comerciantes del mar. ¡Y en un abrir y cerrar de ojos has quedado destruida!