4 (5) Hubo una vez en que la muerte quiso atraparme entre sus lazos, fui arrastrado por una corriente que todo lo destruía.
Apocalipsis 17:15 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual El ángel también me dijo: «Los ríos que has visto, y sobre los cuales está sentada la prostituta, representan a pueblos y a gente de diferentes idiomas y países. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego el ángel me dijo: «Las aguas donde la prostituta gobierna representan grandes multitudes de cada nación y lengua. Biblia Católica (Latinoamericana) El ángel prosiguió: 'Las aguas que has visto, a cuyo borde está sentada la prostituta, representan pueblos, multitudes y naciones de todos los idiomas. La Biblia Textual 3a Edicion Me dijo: Las aguas que viste, donde se sienta la ramera, son pueblos y multitudes y naciones y lenguas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y me añadió: 'Las aguas que viste, junto a las que está asentada la prostituta, son pueblos, multitudes, naciones y lenguas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y me dijo: Las aguas que viste, donde se sienta la ramera, son pueblos y multitudes y naciones y lenguas. |
4 (5) Hubo una vez en que la muerte quiso atraparme entre sus lazos, fui arrastrado por una corriente que todo lo destruía.
7 (8) Calmaste el rugido de los mares, calmaste el estruendo de sus olas, calmaste el alboroto de los pueblos.
«Yo soy el Dios de Israel, y quiero que sepan esto: Desde el norte vienen los babilonios; son un ejército que destruye ciudades enteras con sus habitantes. ¡Parecen un río desbordado! ¡Todos los habitantes de la tierra lloran y piden auxilio!
»Ustedes los babilonios viven junto a los ríos y gozan de grandes riquezas; ¡pero ya les llegó la hora de morir!
»Sus enemigos se levantaron, como las agitadas olas del mar, y la inundaron por completo.
Se acerca ya un ejército dispuesto a destruirla. Sus enemigos rugen como las olas; por todas partes se escuchan sus gritos. Los soldados babilonios serán capturados, y sus armas serán despedazadas. Haré que se emborrachen sus jefes y sus sabios, sus gobernadores y sus oficiales, y todos sus soldados. ¡Se dormirán, y nunca más despertarán! Yo dejaré a Babilonia en ruinas, y pondré fin a sus fiestas. »Yo soy rey de Israel; soy el Dios todopoderoso, y a cada quien le doy su merecido. Les juro que así lo haré».
La lluvia y el agua del suelo te han hecho crecer; los ríos que te rodean te riegan con sus corrientes, como a los árboles del bosque.
Entonces me dijeron: «Tienes que anunciar los planes de Dios a la gente de muchos países, razas, idiomas y reyes.»
Durante tres días y medio, gente de distintos pueblos, razas, idiomas y países verá sus cadáveres, y no dejará que los entierren.
Entonces vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y me dijo: «Ven; te voy a mostrar el castigo que le espera a esa gran prostituta que está sentada a la orilla de muchos ríos.
Y todos ellos cantaban esta nueva canción: «Solo tú mereces tomar el libro y romper sus sellos. Porque fuiste sacrificado, y con tu sangre rescataste para Dios, a gente de toda raza, idioma, pueblo y nación.