2 Samuel 22:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Lleno de angustia llamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi oración llegó hasta sus oídos! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios; Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero en mi angustia, clamé al Señor; sí, clamé a Dios por ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Católica (Latinoamericana) y en mi angustia clamé a Yavé,
le grité a mi Dios.
Mi grito llegó hasta su presencia,
desde su templo escuchó mi voz. La Biblia Textual 3a Edicion En mi angustia invoqué a YHVH, Sí, invoqué a mi Dios, y oyó mi voz desde su morada, Y mi clamor llegó a sus oídos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En mi aprieto yo clamo al Señor, a mi Dios elevo el grito, y él escucha mi voz desde su templo mi clamor alcanza a sus oídos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En mi angustia, invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; y Él oyó mi voz desde su templo; y llegó mi clamor a sus oídos. |
1 (1b) Dios mío, cuando me siento angustiado, te llamo y tú me respondes.
6 (7) Lleno de angustia llamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo, ¡mi oración llegó hasta sus oídos!
Dios mío, solo una cosa te pido, solo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración.
6 (7) Yo, que nada valgo, llamé a Dios, y él me oyó, y me salvó de todas mis angustias.
Pero Dios siguió diciéndole: —Yo sé muy bien que mi pueblo Israel sufre mucho porque los egipcios lo han esclavizado. También he escuchado sus gritos pidiéndome ayuda, y he visto que sus capataces los maltratan mucho. Por eso he venido a librarlos del poder egipcio. Los voy a llevar a una región muy grande y rica; ¡tan rica que siempre hay abundancia de alimentos! Es Canaán, país donde viven pueblos que no me conocen.
4 (5) »Llegué a pensar que ya no me querías, que no volvería a entrar en tu templo.
7 (8) »Cuando ya estaba sin fuerzas, me acordé de ti, y oré. Mi oración llegó hasta tu santuario.
Pero yo estoy en mi santo templo; ¡ante mí debe callar toda la tierra!»
Cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, oró mucho a Dios, y con lágrimas le rogó que lo librara de la muerte, pues Dios tenía poder para hacerlo. Y como Cristo siempre fue obediente, Dios contestó su oración.
Ustedes no les han pagado el sueldo a sus trabajadores, y el Señor todopoderoso ha oído las protestas de ellos. Ese dinero que no han pagado también los acusará delante de Dios.