Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




2 Samuel 12:22 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

David les contestó: —Mientras el niño aún vivía, yo no comía y lloraba porque creía que Dios me tendría compasión y sanaría a mi hijo.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

—Ayuné y lloré —respondió David— mientras el niño vivía porque me dije: “Tal vez el Señor sea compasivo conmigo y permita que el niño viva”.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

Respondió: 'Mientras el niño estaba aún con vida, ayunaba y lloraba, pues me decía: ¿Quién sabe? A lo mejor Yavé tiene piedad de mí y sana al niño.

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Y él dijo: Mientras el niño estaba vivo, yo ayunaba y lloraba porque decía: ¿Quién sabe si YHVH se compadecerá de mí y el niño vivirá?

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Él respondió: 'Cuando aún vivía el niño, ayunaba y lloraba, porque me decía: quién sabe si Yahveh se compadecerá de mí y me lo dejará con vida.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Jehová tendrá compasión de mí, para que viva el niño?

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



2 Samuel 12:22
10 Σταυροειδείς Αναφορές  

Sus consejeros le preguntaron: —¿Por qué hace esto Su Majestad? Cuando el niño aún vivía, usted no comía y lloraba mucho por él, y ahora que ha muerto, ¡usted se levanta y se pone a comer!


«Dios mío, no te olvides de que yo siempre he sido sincero contigo, y te he agradado en todo». Luego Ezequías lloró con mucha tristeza.


Reúnan en el templo a los israelitas y a sus jefes, para que ayunen y oren a Dios.


»¡Tal vez Dios decida perdonarnos! ¡Tal vez nos dé en abundancia vino y cereal para las ofrendas!


El capitán se le acercó y le dijo: —¡Qué haces aquí, dormilón! ¡Levántate y pide ayuda a tu dios! ¡Tal vez nos salve al ver que estamos en peligro!