Cuando llegó ante David, se inclinó hasta el suelo en señal de respeto, y le dijo: —¡Ayúdeme usted, Su Majestad!
2 Reyes 8:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Al final de esos siete años, abandonó el territorio de los filisteos, y se fue a hablar con el rey de Israel para que le devolviera su casa y sus tierras. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos; después salió para implorar al rey por su casa y por sus tierras. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez que pasó el hambre, la mujer regresó de la tierra de los filisteos y fue a ver al rey para recuperar su casa y sus tierras. Biblia Católica (Latinoamericana) Al cabo de los siete años, volvió la mujer del territorio de los filisteos y fue a reclamar al rey su casa y su campo. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió al cabo de siete años que la mujer volvió de la tierra de los filisteos, y salió para implorar al rey por su casa, y por su terreno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al cabo de los siete años, volvió la mujer del país de los filisteos y se presentó al rey para reclamar su casa y su campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos y fue a clamar al rey por su casa y por sus tierras. |
Cuando llegó ante David, se inclinó hasta el suelo en señal de respeto, y le dijo: —¡Ayúdeme usted, Su Majestad!
Un día, cuando el rey de Israel paseaba sobre el muro que rodeaba la ciudad, una mujer le gritó: —¡Majestad, ayúdeme!
La mujer siguió el consejo del profeta, y se fue con su familia a vivir en el país de los filisteos. Allí vivió siete años.
El rey le había pedido a Guehazí, el sirviente del profeta Eliseo, que le contara todas las maravillas que había hecho el profeta. Y en el momento en que Guehazí le estaba contando cómo Eliseo había resucitado al hijo de la mujer de Sunem, esta llegó buscando al rey. Entonces Guehazí le dijo: «Majestad, ¡aquí tiene usted a la madre y al muchacho de quienes le hablaba!»
El rey le hizo unas preguntas a la mujer y ella las contestó. Después, el rey llamó a uno de sus ayudantes y le dijo: «Devuélvanle a esta mujer todo lo que le pertenecía y todo lo que han producido sus campos desde el momento en que se fue hasta ahora».
Protegió al pobre y al necesitado, y por eso le fue bien en todo. ¡A eso le llamo conocerme!