Lot salió de la casa para hablar con los novios de sus hijas, y les dijo: —¡Apúrense! ¡Salgan de la ciudad, porque Dios está a punto de destruirla! Sus futuros yernos pensaron que Lot estaba bromeando,
1 Samuel 9:26 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Al día siguiente, por la mañana, Samuel subió a la azotea y le dijo a Saúl: «Levántate ya, que tienes que regresar a tu casa». Saúl se levantó y salió de la casa con Samuel. Cuando ya iban a salir de la ciudad, Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Al otro día madrugaron; y al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl, que estaba en el terrado, y dijo: Levántate, para que te despida. Luego se levantó Saúl, y salieron ambos, él y Samuel. Biblia Nueva Traducción Viviente Al amanecer del día siguiente, Samuel llamó a Saúl: «¡Levántate! ¡Es hora de que sigas tu viaje!». Así que Saúl se preparó y salió de la casa junto a Samuel. Biblia Católica (Latinoamericana) y se acostó allí. Al amanecer Samuel llamó a Saúl, que estaba en la terraza, y le dijo: 'Levántate porque te voy a indicar tu camino'. Saúl se levantó y ambos, él y Samuel, salieron. La Biblia Textual 3a Edicion Y madrugaron, y aconteció que al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl en el terrado, diciendo: ¡Levántate, y te despediré! Entonces Saúl se levantó, y salieron ambos, él y Samuel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Madrugaron y, al despuntar la aurora, Samuel llamó a Saúl, en la terraza, diciéndole: 'Levántate y te despediré'. Saúl se levantó, y los dos, él y Samuel, salieron afuera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al siguiente día madrugaron; y sucedió que al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl, que estaba en el terrado; y dijo: Levántate, para que te despida. Se levantó luego Saúl, y salieron ambos, él y Samuel. |
Lot salió de la casa para hablar con los novios de sus hijas, y les dijo: —¡Apúrense! ¡Salgan de la ciudad, porque Dios está a punto de destruirla! Sus futuros yernos pensaron que Lot estaba bromeando,
No habían avanzado mucho cuando José le dijo a su mayordomo: «Vete enseguida tras esos hombres, y cuando los alcances diles: “¿Por qué le han pagado mal a mi señor?
¡Vamos! Ordénale al pueblo que se purifique y se prepare para mañana. Dile lo siguiente: “El Dios de Israel dice que les ordenó destruir todo lo que había en la ciudad de Jericó, pero que ustedes se quedaron con algunas cosas que debían haber destruido.
Le dijo: «¡Vamos, levántate! Tenemos que irnos». Pero ella no respondió. Entonces el hombre la puso sobre el burro y se fue a su casa.
Cuando terminaron, bajaron del santuario y se dirigieron a la casa de Samuel, que estaba en el pueblo. Allí, Samuel habló con Saúl en la azotea de su casa. Como la azotea era el lugar más fresco para dormir, allí mismo le prepararon a Saúl una cama, y Saúl se durmió.
Samuel le dijo a Saúl: «Dile a tu sirviente que se adelante, pues tengo que darte un mensaje de parte de Dios».