Por eso Abraham llamó a ese lugar «Dios dará lo necesario». De allí viene el dicho que hasta hoy se escucha: «En su montaña Dios da lo necesario».
1 Samuel 29:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Yo te agradecería que mañana temprano, en cuanto salga el sol, tú y tus hombres regresen a la ciudad que les di. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Levántate, pues, de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y levantándoos al amanecer, marchad. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora, levántate temprano en la mañana y vete con tus hombres en cuanto amanezca. Biblia Católica (Latinoamericana) Levántate pues muy temprano, tú y los que vinieron contigo, y regresen al lugar que les asigné. No lo tomes a mal, pues sabes que te estimo. Mañana temprano se levantarán rápidamente, y apenas aclare el día, se irán'. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, levántate mañana temprano con los siervos de tu señor que han venido contigo, y tan pronto se hayan levantado y haya claridad, marchaos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así que mañana levántate temprano, tú y los súbditos de tu señor que vinieron contigo, y al despuntar el alba, partiréis'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Levántate, pues, muy de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y temprano en la mañana, cuando os levantéis, al amanecer, partid. |
Por eso Abraham llamó a ese lugar «Dios dará lo necesario». De allí viene el dicho que hasta hoy se escucha: «En su montaña Dios da lo necesario».
19-21 (20-22) En cierta ocasión, cuando David se unió a uno de los jefes filisteos para enfrentarse a Saúl, los demás jefes no lo aceptaron, pues decían: «¡David nos matará y así podrá regresar al lado de su rey Saúl!» Los soldados que acompañaban a David a esa batalla eran hombres de la tribu de Manasés, todos ellos soldados valientes y jefes de tropa. Se habían unido a David cuando estaba en el refugio de Siclag, y lo ayudaron a combatir tropas enemigas. Estos son sus nombres: Adná, Jozabad, Jediael, Micael, Jozabad, Elihú, Siletai.
22 (23) Y día tras día, más hombres se le unían a David, hasta que llegó a tener un gran ejército.
Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir.
Esto nos demuestra que Dios sabe solucionar los problemas y dificultades que tienen los que lo obedecen, pero que también habrá de castigar a los que hacen lo malo, y lo hará el día en que juzgue a todos.
De modo que, al amanecer, David y sus hombres regresaron a la tierra de los filisteos. Mientras tanto, los filisteos se dirigieron a Jezreel.