Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




1 Samuel 27:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Fue así como David se fue a vivir a la ciudad filistea de Gat, donde reinaba Aquís hijo de Maoc. Con él se fueron sus dos esposas, Ahinóam de Jezreel y Abigail de Carmel, más seiscientos soldados con sus familias.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que David tomó a sus seiscientos hombres y fue y se unió a Aquis, hijo de Maoc, rey de Gat.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pasó entonces David con seiscientos hombres a donde el rey de Gat, Aquis, hijo de Maoc.

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Y David se levantó, y con los seiscientos hombres que tenía consigo, se pasó a Aquís hijo de Maoc, rey de Gat.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Partió, pues, David y con sus seiscientos hombres se pasó a Aquís, hijo de Maoc, rey de Gat.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquís, hijo de Maoc, rey de Gat.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



1 Samuel 27:2
7 Σταυροειδείς Αναφορές  

En los días en que David tuvo que huir de Saúl hijo de Quis, un grupo de soldados valientes se le unió en Siclag para ayudarlo en las batallas.


10 (11) David siguió huyendo de Saúl, y de allí se fue a Gat, que era una ciudad filistea. Cuando llegó allá,


11 (12) lo llevaron ante el rey Aquís, a quien sus consejeros le dijeron: «Este es David, el rey de esta tierra, de quien habla la canción: “Saúl mató a mil soldados, pero David mató a diez mil”».


Entonces David les dijo a sus hombres: «Preparen sus espadas». Y tomando sus espadas, David y cuatrocientos de sus hombres se fueron a atacar a Nabal, mientras doscientos de ellos se quedaban a cuidar lo que tenían.


David consultó a Dios: —¿Debo perseguir a esos bandidos? Y si los persigo, ¿los alcanzaré? Dios respondió: —Persíguelos, porque vas a alcanzarlos, y también vas a recuperar lo que se robaron.


Entonces David se fue con sus seiscientos hombres. Al llegar al arroyo de Besor,