22 (23) Pero David dijo: —¡Tú no te metas, hijo de Seruiá! ¡Hasta parece que fueras mi enemigo! Hoy los israelitas me han reconocido como su rey, así que hoy nadie morirá.
1 Samuel 26:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual —¡No lo mates! —respondió David—. ¡Y que Dios me libre de matar a quien él mismo eligió para ser rey! Dios no dejará sin castigo a quien le haga daño al rey que él mismo ha elegido. »Ya le llegará su hora. Estoy seguro de que Dios mismo le quitará la vida, y morirá de muerte natural o lo matarán en batalla. Mejor toma su lanza y su jarra de agua, y vámonos de aquí. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente? Biblia Nueva Traducción Viviente —¡No! —dijo David—. No lo mates. Pues ¿quién quedará inocente después de atacar al ungido del Señor? Biblia Católica (Latinoamericana) Pero David respondió a Abisaí: '¡No lo hieras! ¿Quién podría poner su mano en el ungido de Yavé y quedar sin castigo?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero David respondió a Abisai: No lo mates, porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de YHVH y quedará impune? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero David respondió a Abisay: 'No lo mates; pues ¿quién que haya puesto su mano sobre el ungido de Yahveh puede permanecer impune?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente? |
22 (23) Pero David dijo: —¡Tú no te metas, hijo de Seruiá! ¡Hasta parece que fueras mi enemigo! Hoy los israelitas me han reconocido como su rey, así que hoy nadie morirá.
«No se metan con mi pueblo elegido; no les hagan daño a mis profetas».
1 (2) ¡Ten compasión de mí, Dios mío! ¡Ten compasión de mí, porque en ti busco protección! ¡Quiero que me protejas bajo la sombra de tus alas hasta que pase el peligro!
4 (5) ¿Acaso le hice daño a mi amigo? ¿Acaso le quité algo a quien me maltrata sin razón?
En cuanto el sirviente se fue, Samuel sacó un frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl; luego le dio un beso y le dijo: «Hoy te ha elegido Dios para que seas rey de su pueblo.
Abisai le dijo a David: —Dios le da a usted la oportunidad de matar a su enemigo. Déjeme que lo clave en la tierra con su propia lanza. Un solo golpe bastará.