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1 Samuel 25:19 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

y le dijo a sus sirvientes: «Adelántense ustedes, que yo iré después». Sin decirle nada a su esposo,

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Biblia Reina Valera 1960

Y dijo a sus criados: Id delante de mí, y yo os seguiré luego; y nada declaró a su marido Nabal.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

y les dijo a sus siervos: «Vayan adelante y dentro de poco los seguiré». Pero no le dijo a su esposo, Nabal, lo que estaba haciendo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En seguida dijo a sus mozos: 'Vayan delante mío, que yo los seguiré'. Pero nada le dijo a su marido Nabal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y dijo a sus criados: Id delante de mí. He aquí, yo os seguiré luego. Pero no informó a su marido Nabal.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo luego a sus criados: 'Id por delante, que yo os seguiré'. Pero a Nabal, su marido, no le dijo nada.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo a sus jóvenes: Id delante de mí, que yo os seguiré luego. Pero nada declaró a su marido Nabal.

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1 Samuel 25:19
9 Σταυροειδείς Αναφορές  

16 (17) Entregó a sus sirvientes cada manada por separado, y les ordenó adelantarse y mantenerse a distancia unos de los otros.


19 (20) Estas mismas instrucciones les dio al segundo y al tercer guía, y a los que iban tras las manadas. A todos ellos los obligó


20 (21) a decir que él venía siguiéndolos. Y es que Jacob pensaba: «Voy a calmar a Esaú con estos regalos, y así, cuando me vea, me recibirá bien».


21 (22) Luego de enviar esos regalos, Jacob se quedó a pasar la noche en el campamento.


Siempre está pendiente de su casa y de que todo marche bien. Cuando come pan, es porque se lo ha ganado.


Saúl acampó en Migrón, bajo un árbol, en las afueras de Guibeá. Con él estaban seiscientos soldados y el sacerdote Ahías, que era hijo de Ahitub y sobrino de Icabod. Su abuelo era Finees, hijo del sacerdote Elí, que había servido a Dios en Siló. Jonatán le dijo al joven que le ayudaba a cargar su armadura: —Ven, acompáñame al otro lado. Vamos a acercarnos al ejército de los filisteos. Aunque somos pocos, con la ayuda de Dios los vamos a derrotar. Su ayudante le respondió: —Haga usted lo que mejor le parezca. Por mi parte, yo lo apoyaré en todo. Jonatán se fue sin que nadie lo supiera, ni siquiera su padre.


Abigail se montó en un burro y empezó a bajar del cerro. También David y sus hombres venían bajando del cerro. Y David les dijo: «De nada nos ha servido cuidar en el desierto las ovejas de ese hombre. Nunca le he pedido nada y, sin embargo, me ha pagado mal el bien que le he hecho. ¡Que Dios me castigue duramente si antes de que amanezca no he matado a Nabal y a todos sus hombres!» En ese momento, David y sus hombres se encontraron con Abigail.


Cuando Abigail regresó a su casa, encontró a Nabal muy contento y completamente borracho. Por eso no le contó hasta el día siguiente lo que había pasado.