39 (40) Tú me llenaste de valor para entrar en combate; tú hiciste que los rebeldes cayeran derrotados a mis pies.
1 Samuel 2:4 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Dios quita poder a los poderosos, y da fuerza a los débiles. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los débiles se ciñeron de poder. Biblia Nueva Traducción Viviente El arco de los poderosos está quebrado, y los que tropezaban ahora son fuertes. Biblia Católica (Latinoamericana) Se hace trizas el arco del forzudo,
pero de fuerza se ciñen los débiles. La Biblia Textual 3a Edicion Los arcos de los fuertes son quebrados, Pero los que tambalean son fortalecidos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El arco de los fuertes se ha quebrado, en tanto que los débiles se ciñen de fuerza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los arcos de los hombres fuertes están quebrados, y los débiles están ceñidos de poder. |
39 (40) Tú me llenaste de valor para entrar en combate; tú hiciste que los rebeldes cayeran derrotados a mis pies.
¡Pero sus arcos y sus flechas quedarán hechos pedazos, y será su propia espada la que les parta el corazón!
Dios pondrá fin al poder de los malvados, pero apoyará a los que son honrados.
10 (11) Y dijo: «¡Todas las naciones del mundo reconocen mi grandeza! ¡Reconózcanme como su Dios y ya no se peleen!»
9 (10) Hasta en los lugares más lejanos les puso fin a las guerras; destrozó arcos y lanzas, y echó al fuego los escudos.
»Porque ustedes serán humillados, llevados presos y asesinados. A pesar de todo esto, el enojo de Dios no se calmará; nos seguirá amenazando todavía.
Y aun si ustedes llegaran a derrotarlos, y en el campamento quedaran solo unos cuantos babilonios heridos, esos pocos heridos se levantarán y le prenderán fuego a esta ciudad».
pero Dios me ha contestado: «Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad.» Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí.
¡Manténganse alerta! Que la verdad y la justicia de Dios los vistan y protejan como una armadura.
¿Qué más les puedo decir? No me alcanzaría el tiempo para hablarles de la confianza en Dios de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los profetas.
apagaron grandes incendios. Escaparon de que los mataran con espada, recibieron fuerzas cuando más débiles estaban, y en la guerra fueron tan poderosos que vencieron a los ejércitos enemigos.