Por eso trató amablemente a José, lo puso a cargo de su casa y de todo lo que tenía. A partir de ese momento, y gracias a José, Dios bendijo a Potifar en todo, y él no se preocupaba ya de nada, más que de comer. Como José era muy guapo y atractivo,
1 Samuel 2:26 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Mientras tanto, el niño Samuel seguía creciendo, y Dios y la gente lo querían mucho. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras tanto, el niño Samuel crecía en estatura física y en el favor del Señor y en el de toda la gente. Biblia Católica (Latinoamericana) Samuel mientras tanto día a día crecía y se hacía mejor tanto a los ojos de Yavé como a los de los hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Mientras tanto, el joven Samuel iba creciendo y era aprobado ante YHVH y ante los hombres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entre tanto, el joven Samuel iba creciendo y haciéndose grato a Yahveh y a los hombres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el joven Samuel crecía, y tenía gracia delante de Dios y de los hombres. |
Por eso trató amablemente a José, lo puso a cargo de su casa y de todo lo que tenía. A partir de ese momento, y gracias a José, Dios bendijo a Potifar en todo, y él no se preocupaba ya de nada, más que de comer. Como José era muy guapo y atractivo,
A medida que el niño Juan crecía, también aumentaba su poder espiritual. Y vivió en el desierto hasta el día en que Dios le ordenó llevar su mensaje al pueblo de Israel.
El niño Jesús crecía en estatura y con poder espiritual. Estaba lleno de sabiduría, y Dios estaba muy contento con él.
Mientras tanto, Jesús seguía creciendo en sabiduría y en estatura. Dios y toda la gente del pueblo estaban muy contentos con él, y lo querían mucho.
Juntos alababan a Dios, y todos en la ciudad los querían. Cada día el Señor hacía que muchos creyeran en él y se salvaran. De ese modo, el grupo de sus seguidores se iba haciendo cada vez más grande.
Si servimos a Jesucristo de esta manera, agradaremos a Dios y la gente nos respetará.
Y la mujer tuvo un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció, y Dios lo bendijo.
Y así sucedió. En los años siguientes, Dios bendijo a Ana, y ella tuvo tres hijos y dos hijas. Mientras tanto, el niño Samuel crecía bajo el cuidado de Dios.
Samuel seguía creciendo, y Dios lo cuidaba. También le daba mensajes en el santuario de Siló, y Samuel se los comunicaba a todo el pueblo. Todo lo que Dios prometía por medio de Samuel, se cumplía. Por eso en todo Israel, la gente confiaba plenamente en las palabras de Samuel.