1 Samuel 16:14 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Al mismo tiempo, el espíritu de Dios abandonó a Saúl, y un mal espíritu que Dios le envió comenzó a atormentarlo. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, el Espíritu del Señor se había apartado de Saúl, y el Señor envió un espíritu atormentador. Biblia Católica (Latinoamericana) El espíritu de Yavé se retiró de Saúl y un mal espíritu que provenía de Yavé le producía terror. La Biblia Textual 3a Edicion Y el Espíritu de YHVH se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte de YHVH lo aterrorizaba. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El espíritu de Yahveh se había apartado de Saúl y un espíritu malo enviado por Yahveh lo atormentaba. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová. |
Micaías dijo: —No debiste decir eso. Ahora escucha el mensaje que Dios te envía. Yo vi a Dios sentado sobre su trono. Todos los ángeles del cielo estaban de pie, unos a la derecha y otros a la izquierda.
Dios le preguntó cómo iba a hacerlo. El espíritu dijo que haría que los profetas dijeran mentiras. Dios le dijo que fuera, y que lograría convencer a Ahab.
Y si llegaran a tenerlos, yo les quitaré la vida. ¡Pobres de ellos cuando yo los abandone!
y le gritó: «¡Sansón! ¡Los filisteos te atacan!» Sansón despertó pensando que iba a librarse como antes, pero no sabía que Dios ya lo había abandonado.
Dicho esto, Sansón apoyó sus dos manos sobre las columnas centrales que sostenían el templo,
Un día, uno de los sirvientes de Saúl le dijo: «Dios ha enviado sobre Su Majestad un espíritu malo, y le está haciendo mucho daño.
Mande usted a buscar a alguien que sepa tocar el arpa. Así, cuando venga ese mal espíritu, el músico tocará y usted se sentirá mejor».
Al día siguiente, mientras David tocaba el arpa, Dios envió a un espíritu malo para que atormentara a Saúl. Entonces Saúl se puso como loco dentro del palacio, y como tenía una lanza en la mano,
Saúl le tenía miedo a David, pues se daba cuenta de que Dios lo cuidaba y lo ayudaba a ganar las batallas, mientras que a él lo había abandonado. Entonces Saúl envió a David al campo de batalla y lo puso al frente de mil soldados. David ganó todas las batallas que sostuvo, porque Dios lo ayudaba.
Samuel le preguntó: —Saúl, ¿por qué me llamaste? ¿Por qué no me dejas descansar? —Estoy desesperado —contestó Saúl—. Los filisteos me hacen la guerra, y Dios me ha abandonado. Ya no me responde, ni en sueños ni por medio de profetas. Por eso te he llamado, para que me digas qué debo hacer.