1 Samuel 15:20 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Y Saúl respondió: —Yo estoy seguro de haber obedecido a Dios. Lo que me ordenó hacer, lo hice. Acabé con todos los amalecitas, y al único que dejé con vida fue al rey Agag. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Pero yo sí obedecí al Señor! —insistió Saúl—. ¡Cumplí la misión que él me encargó! Traje al rey Agag, pero destruí a todos los demás. Biblia Católica (Latinoamericana) Saúl respondió a Samuel: 'Hice caso a la voz de Yavé, hice una expedición por donde Yavé me había mandado. Capturé a Agag, rey de Amalec, y condené a Amalec al anatema. La Biblia Textual 3a Edicion Y Saúl respondió a Samuel: Al contrario, he obedecido la voz de YHVH, y fui por el camino que YHVH me envió, y he traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido por completo a los amalecitas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Saúl respondió a Samuel: 'Yo he obedecido la voz de Yahveh y he seguido el camino por el que Yahveh me ha enviado. He traído a Agag, rey de Amalec, pero a los amalecitas los he entregado al anatema. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, y fui a la jornada que Jehová me envió, y he traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas. |
Entonces el joven dijo: —Todos esos mandamientos los he obedecido. ¿Qué más puedo hacer?
Pero el maestro de la Ley no quedó satisfecho con la respuesta de Jesús, así que insistió: —¿Y quién es mi prójimo?
»Puesto de pie, el fariseo oraba así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres. Ellos son ladrones y malvados, y engañan a sus esposas con otras mujeres. ¡Tampoco soy como ese cobrador de impuestos!
No comprenden que solo Dios nos puede declarar inocentes. Por eso han tratado de hacer algo para que Dios los acepte. En realidad, han rechazado la manera en que Dios quiere aceptarlos.
Samuel se fue a buscarlo, y cuando lo encontró, Saúl le dijo: —¡Que Dios te bendiga! Ya cumplí con las órdenes de Dios.
Mató a toda la gente de Amalec, y a todos los animales débiles y de poco valor. Solo dejó vivo al rey Agag y a los mejores animales de los amalecitas.