1 Samuel 11:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces mandaron este mensaje a los de Jabés de Galaad: «Mañana al mediodía llegaremos para librarlos de los amonitas». La gente de Jabés se puso muy contenta al recibir este mensaje, Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y respondieron a los mensajeros que habían venido: Así diréis a los de Jabes de Galaad: Mañana al calentar el sol, seréis librados. Y vinieron los mensajeros y lo anunciaron a los de Jabes, los cuales se alegraron. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Saúl envió a los mensajeros de regreso a Jabes de Galaad para decir: «¡Los rescataremos mañana antes del mediodía!». Cuando llegó el mensaje, ¡hubo gran alegría en toda la ciudad! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces despidieron a los mensajeros con esta respuesta: 'Digan esto a la gente de Yabés de Galaad: Mañana, cuando comience el sol a calentar, recibirán ayuda'. Y los de Yabés, llenos de alegría con esta noticia, La Biblia Textual 3a Edicion Y dijeron a los mensajeros que habían llegado: Así diréis a los hombres de Jabes Galaad: Mañana, al calentar el sol, seréis librados. Y los mensajeros fueron y lo informaron a los hombres de Jabes, y ellos se alegraron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijeron luego a los mensajeros que habían venido: 'Podéis afirmar a los habitantes de Yabés de Galaad: mañana cuando caliente el sol, estaréis ya salvos'. Se fueron los mensajeros y lo comunicaron a los habitantes de Yabés, que se alegraron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondieron a los mensajeros que habían venido: Así diréis a los de Jabes de Galaad: Mañana al calentar el sol, seréis librados. Y vinieron los mensajeros, y lo declararon a los de Jabes, los cuales se alegraron. |
Entonces un grupo de valientes fue y quitó de la muralla los cadáveres de Saúl y de sus hijos. Se los llevaron a Jabés, y allí tomaron sus huesos y los enterraron bajo un árbol. Después ayunaron por siete días en señal de luto.
17 (18) Mis enemigos me odiaban; eran más fuertes y poderosos que yo, ¡pero tú me libraste de ellos!
Seguían averiguando en todas las tribus israelitas para ver si algún grupo no había asistido a la reunión en Mispá. Recordaron que del campamento de Jabés de Galaad no había asistido nadie,
pero a los amonitas los engañaron diciéndoles: «Mañana nos rendiremos, y ustedes podrán hacer con nosotros lo que quieran».
Cuando Saúl los contó, eran trescientos mil hombres de Israel y treinta mil de Judá.