Los buenos saben que hasta los animales sufren, pero los malvados de nadie tienen compasión.
1 Juan 3:17 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Si un rico ve que alguno de su propia iglesia tiene alguna necesidad, y no lo ayuda, ese rico no ama como Dios ama. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve a un hermano en necesidad pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el amor de Dios en esa persona? Biblia Católica (Latinoamericana) Si uno goza de riquezas en este mundo y cierra su corazón cuando ve a su hermano en apuros, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? La Biblia Textual 3a Edicion Pero el que tiene bienes° en este mundo, y ve a su hermano en necesidad, y le cierra sus entrañas,° ¿cómo° podrá habitar el amor de Dios en él? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si uno tiene bienes del mundo y viendo que su hermano pasa necesidad le cierra sus entrañas, ¿cómo permanece en él el amor de Dios? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano tener necesidad, y le cierra sus entrañas, ¿cómo mora el amor de Dios en él? |
Los buenos saben que hasta los animales sufren, pero los malvados de nadie tienen compasión.
Quien le quita todo al pobre ofende a Dios, su creador; quien obedece a Dios trata bien al pobre.
Prestarle al pobre es como prestarle a Dios. ¡Y Dios siempre paga sus deudas!
Quien no hace caso de las súplicas del pobre, un día pedirá ayuda y nadie se la dará.
Él les respondía: —El que tenga dos mantos, comparta uno con quien no tenga nada que ponerse. El que tenga comida, compártala con quien no tenga nada que comer.
Ustedes saben que nuestro Señor Jesucristo era rico, pero tanto los amó a ustedes que vino al mundo y se hizo pobre, para que con su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.
Nunca se olviden de hacer lo bueno, ni de compartir lo que tienen con los que no tienen nada. Esos son los sacrificios que agradan a Dios.
y tú no le das lo que necesita para abrigarse y comer bien, de nada le sirve que tú le digas «Que te vaya bien, abrígate y come hasta que te llenes».
Si decimos que amamos a Dios, y al mismo tiempo nos odiamos unos a otros, somos unos mentirosos. Porque si no amamos al hermano, a quien podemos ver, mucho menos podemos amar a Dios, a quien no podemos ver.
Si creemos que Jesús es el Mesías, en verdad seremos hijos de Dios. Y recordemos que, si amamos al Padre, también debemos amar a los hijos de ese mismo Padre.