Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Jeremías 1:6 - La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces dije: ¡Ah, Adonay YHVH! He aquí, no sé hablar, porque soy joven.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

—Oh Señor Soberano —respondí—. ¡No puedo hablar por ti! ¡Soy demasiado joven!

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo exclamé: 'Ay, Señor, Yavé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!'

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero yo dije: '¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé hablar, que soy un niño'.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y yo dije: ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Le contesté: —Dios todopoderoso, yo no sé hablar en público, y todavía soy muy joven.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Jeremías 1:6
12 Σταυροειδείς Αναφορές  

Pero Moisés respondió, y dijo: ¿Y qué si no me creen, ni atienden mi voz, sino que dicen: YHVH no se te ha aparecido?


Y habló Moisés delante de YHVH, diciendo: He ahí, los hijos de Israel no me escuchan, ¿cómo me escuchará Faraón siendo yo incircunciso de labios?


Pero Moisés respondió ante YHVH: He aquí, yo soy incircunciso de labios, ¿cómo, pues, me escuchará Faraón?


Entonces dije: ¡Ay de mí, muerto soy! ¡Yo, hombre de labios inmundos, que habito en medio de un pueblo de labios inmundos, he visto con mis ojos al Rey, a YHVH Sebaot!


Entonces dije: ¡Oh, Adonay YHVH! Mira que los profetas les dicen: No veréis espada ni tendréis hambre, sino que en este lugar os daré paz duradera.


¡Oh Adonay YHVH! he aquí Tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido, y no hay cosa alguna que sea demasiado difícil para ti.


El profeta Jeremías dijo esto a Sedequías, rey de Judá, en Jerusalem,


(Dije yo entonces: ¡Ah, Adonay YHVH!, ciertamente permitiste° que este pueblo y Jerusalem fuera engañado, cuando les decían: ¡Tendréis paz!, pues tenemos la espada al cuello.)


Y dije: ¡Ay, Adonay YHVH! he aquí que mi alma no ha sido contaminada; desde mi juventud hasta ahora no he comido cosa mortecina ni despedazada por las fieras, ni ha entrado en mi boca carne de desecho.


diciéndole: Corre, habla a aquel joven, y dile: Por la multitud de personas y de ganado que habrá en ella, Jerusalem será una ciudad abierta.°