Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Apocalipsis 9:9 - La Biblia Textual 3a Edicion

y tenían corazas como corazas hechas de hierro; el estruendo° de sus alas era como el estruendo° de muchos carros° de caballos que corren a la batalla.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla;

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

Llevaban puestas armaduras de hierro, y sus alas rugían como un ejército de carros de guerra que se apresura a la batalla.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

Tienen corazas de hierro y sus alas hacen el mismo ruido que un ejército de carros con muchos caballos que corren al combate.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llevaban corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como ruido de carros de muchos caballos que se lanzan al combate.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

y tenían corazas como corazas de hierro; y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Sus cuerpos estaban protegidos con algo parecido a una armadura de hierro, y sus alas resonaban como el estruendo de muchos carros tirados por caballos cuando entran en combate.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Apocalipsis 9:9
8 Σταυροειδείς Αναφορές  

Parece decir entre clarines: ¡Ea! ¡Ea! Olfateando desde lejos la batalla, La tronante voz de capitanes, y los alaridos de guerra.


Sus huesos son tubos de bronce, Su osamenta, barras de hierro.


Porque toda bota que pisa con estrépito° Y toda capa empapada en sangre, Serán para quemar, pasto del fuego.


Por el galopar de sus caballos, Por el alboroto de sus carros, Por el estruendo de sus ruedas, Los padres, ya sin fuerzas, Ni siquiera miran por sus hijos.


Y en la visión vi a los caballos y a los que los montaban, que tenían corazas de fuego, de jacinto° y de azufre; y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre.