Josué 8:30-31
30. Entonces Josué construyó en el monte Ebal[2] un altar al Señor, el Dios de Israel,
31. tal como Moisés, el siervo del Señor, se lo había ordenado a los israelitas, y conforme a lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés: 'Un altar de piedras sin labrar.'[3] Entonces los israelitas ofrecieron holocaustos sobre el altar, y presentaron sacrificios de reconciliación.