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Lamentaciones 4 - Comentario Bíblico de Matthew Henry

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Lamentaciones 4

Cuarto lamento acróstico
El profeta

1 ¡Perdió el oro su brillo! ¡Quedó totalmente empañado! ¡Por las esquinas de las calles quedaron regadas las joyas del templo!

2 ¡Oro puro! Así se valoraba a los habitantes de Jerusalén, ¡pero ahora no valen más que simples ollas de barro!

3 Bondadosas se muestran las lobas cuando alimentan a sus cachorros, pero las crueles madres israelitas abandonan a sus hijos.

4 Reclaman pan nuestros niños, pero nadie les da nada. La lengua se les pega al paladar, y casi se mueren de sed.

5 En las calles se mueren de hambre los que antes comían manjares; entre la basura se revuelcan los que antes vestían con elegancia.

6 Cayó Jerusalén, pues ha pecado más de lo que pecó Sodoma. ¡De pronto se vino abajo y nadie pudo ayudarla!

7 Increíblemente hermosos eran los líderes de Jerusalén; estaban fuertes y sanos, estaban llenos de vida.

8 Tan feos y enfermos se ven ahora que nadie los reconoce. Tienen la piel reseca como leña, ¡hasta se les ven los huesos!

9 A falta de alimentos, todos mueren poco a poco. ¡Más vale morir en la guerra que morirse de hambre!

10 ¡Destruida ha quedado Jerusalén! ¡Hasta las madres más cariñosas cocinan a sus propios hijos para alimentarse con ellos!

11 El enojo de Dios fue tan grande que ya no pudo contenerse; le prendió fuego a Jerusalén y la destruyó por completo.

12 ¡Terminaron entrando a la ciudad los enemigos de Jerusalén! ¡Nadie en el mundo se imaginaba que esto pudiera ocurrir!

13 Injustamente ha muerto gente a manos de profetas y sacerdotes. Dios castigó a Jerusalén por este grave pecado.

14 Juntos andan esos asesinos como ciegos por las calles. Tienen las manos llenas de sangre; ¡nadie se atreve a tocarlos!

15 En todas partes les gritan: «¡Fuera de aquí, vagabundos! ¡No se atrevan a tocarnos! ¡No pueden quedarse a vivir aquí!»

16 Rechazados por Dios, los líderes y sacerdotes vagan por el mundo. ¡Dios se olvidó de ellos!

17 Una falsa esperanza tenemos: que un pueblo venga a salvarnos; pero nuestros ojos están cansados. ¡Nadie vendrá en nuestra ayuda!

18 Se acerca nuestro fin. No podemos andar libremente, pues por todas partes nos vigilan; ¡nuestros días están contados!

19 Aun más veloces que las águilas son nuestros enemigos. Por las montañas y por el desierto nos persiguen sin descanso.

20 La sombra que nos protegía era nuestro rey; Dios mismo nos lo había dado. ¡Pero hasta él cayó prisionero!

21 Esto mismo lo sufrirás tú, que te crees la reina del desierto. Puedes reírte ahora, ciudad de Edom, ¡pero un día te quedarás desnuda!

22 No volverá Dios a castigarte, bella ciudad de Jerusalén, pues ya se ha cumplido tu castigo. Pero a ti, ciudad de Edom, Dios te castigará por tus pecados.

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Lamentaciones 4

Lamentaciones 4 - Introducción

* El estado deplorable de la nación se contrasta con su antigua prosperidad.

Lamentaciones 4:1-12

1-12 ¡Qué cambio hay aquí! El pecado empaña la belleza de los poderes más exaltados y los dones más excelentes; pero ese oro, probado en el fuego, que Cristo otorga, nunca nos será quitado; su apariencia externa puede verse atenuada, pero su valor real nunca se puede cambiar. Los horrores del asedio y la destrucción de Jerusalén se describen nuevamente. Al contemplar las tristes consecuencias del pecado en la iglesia de antaño, consideremos seriamente cuáles son las mismas causas que pueden derribar la iglesia ahora. Pero, Señor, aunque nos hemos alejado de ti en rebelión, nos volvemos hacia nosotros y volvemos nuestros corazones hacia ti, para que podamos temer tu nombre. Ven a nosotros, bendícenos con el despertar, la conversión, la renovación, la gracia confirmadora.

Lamentaciones 4:13-20

13-20 Nada madura más a un pueblo para la ruina, ni llena la medida más rápido, que los pecados de sacerdotes y profetas. El rey mismo no puede escapar, porque la venganza divina lo persigue. Nuestro Rey ungido solo es la vida de nuestras almas; podemos vivir a salvo bajo su sombra y regocijarnos en Él en medio de nuestros enemigos, porque Él es el Dios verdadero y la vida eterna.

Lamentaciones 4:21-22

21,22 Aquí se predice que se debe poner fin a los problemas de Sión. No se merecía la plenitud del castigo, sino lo que Dios ha determinado infligir. Se pondrá fin a los triunfos de Edom. Todos los problemas de la iglesia y del creyente se cumplirán pronto. Y se acerca la ruina de sus enemigos. El Señor sacará a la luz sus pecados, y se acostarán en dolor eterno. Edom aquí representa a todos los enemigos de la iglesia. Y la corrupción y el pecado de Israel, que el profeta ha demostrado ser universal, justifica los juicios del Señor. Muestra la necesidad de esa gracia en Cristo Jesús, que el pecado y la corrupción de toda la humanidad hacen tan necesaria.


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Scriptures marked as “TLA” are taken from the Traducción en lenguaje actual Copyright © Sociedades Bíblicas Unidas, 2000. Used by permission. United Bible Societies y www.labibliaweb.com

Comentario Bíblico de Matthew Henry

Autor: Matthew Henry, Traducido al castellano por Francisco la Cueva, Copyright © Spanish House Ministries | Unilit

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